Boris Johnson lanza la pandemia contra el personal de salud

Escriben Ana Belinco, Joaquín Antúnez y Emiliano Monge

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El primer ministro Boris Johnson dijo que el Reino Unido “está haciendo frente muy bien a las circunstancias más difíciles posibles”, y añadió que el Gobierno estaba “intensificando masivamente” las pruebas.

Lo opuesto es la verdad.

No sólo él mismo contrajo la enfermedad, sino que la falta de kits de testeo para trabajadores del sistema nacional de salud (NHS) tiene como consecuencia la escasez de personal en los hospitales, según denuncian especialistas y trabajadores de la salud (FT, 26/3). El sindicato de médicos y estudiantes de medicina (BMA por sus siglas en inglés) advirtió que “los médicos y los pacientes morirán” (ídem) como resultado de la falla gubernamental en proporcionar el equipo de protección adecuado. Esto no sólo afecta a los hospitales públicos, sino también a las clínicas privadas, porque el personal médico es muchas veces compartido. Mientras el gobierno de Johnson prometió “priorizar a los trabajadores de la salud”, lo que ha hecho es lanzar la pandemia sobre ellos.

Un Tsunami de casos

Chris Hopson, director ejecutivo de los proveedores del NHS, dijo que los hospitales estaban experimentando una “explosión” de Covid-19. Hopson tuiteó: “Londres confía en que los CEOs están increíblemente orgullosos de cuánto se ha hecho, qué tan rápido, para despejar espacio / crear capacidad, pero están preocupados por la rapidez con que esta capacidad adicional se está llenando ahora. Es evidente que varios hospitales están en una trayectoria en que su capacidad de cuidados críticos se llenará en pocos días”. “Por ejemplo, en la mayoría de los lugares, las proporciones de pacientes / personal disminuyen rápidamente y los equipos separados más pequeños se colapsan en equipos más grandes para permitir que los especialistas puedan atender a tantos pacientes como sea posible” (Telegraph, 26/3). Agrega que “Ahora estamos viendo tasas de enfermedad del 30%, 40% y, de hecho, en algunos lugares del 50% a medida que el personal contrae el virus o está en grupos vulnerables o tiene que aislarse por sí mismo”, algo que “no tiene precedentes”.

Sólo en Londres hay más de 600 pacientes que necesitan cuidados intensivos, cuando la cantidad de camas es escasa. Un estudio de la Universidad de Cambridge dijo que, en una quincena, cinco de cada siete regiones del NHS tendrán más pacientes de cuidados intensivos que camas (The Guardian, 26/3).

Testear o morir

Gran Bretaña ha sido noticia por el aumento exponencial de muertos en el último día (casi 600). Mientras Johnson minimizaba la acción del virus y luego apelaba a mecanismo de “darwinismo social” para enfrentarlo (inmunidad grupal), la OMS recomendaba hacer testeos y proteger al servicio médico.

El gobierno llevó las pruebas a 5.500 y 6.500, lejos de las 10.000 diarias prometidas y las 25.000 propuestas para abril. Como no hay pruebas, el personal de salud (incluidos auxiliares) deben autoaislarse en caso de presentar síntomas, lo que redundó en una reducción del 10% del personal haciendo más difícil la rotación y los descansos necesarios, poniendo en mayor riesgo al personal y a los pacientes (FT, 26/3). El NHS les pedirá a los médicos que “duerman en el lugar durante seis semanas en el hospital Nightingale de nueva construcción, que se limite el número de pacientes que las enfermeras pueden atender en salas de cuidados intensivos y explorar si los ventiladores destinados a una persona se pueden utilizar para dos” (The Guardian, 26/3).

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus (OMS) dijo que las medidas de cuarentena por sí solas “no extinguirá la epidemia” (The Telegraph, 26/3). “El objetivo de estas acciones es permitir las medidas más precisas y específicas que se necesitan para detener la transmisión y salvar vidas. Hacemos un llamado a todos los países que han introducido las llamadas medidas de bloqueo para usar este tiempo para atacar el coronavirus” (ídem).

Los efectos de la pandemia sobre la fuerza de trabajo y la tensión constante de los capitalistas por seguir valorizando el capital generan una mayor tendencia a conflictos y huelgas, como las que suceden en Italia, Francia o España Lo que enfrenta Johnson es una crisis no sólo sanitaria sino del conjunto de las relaciones capitalistas. La perspectiva es una huelga general de la clase obrera que demanda medidas básicas de seguridad y medios para combatir la epidemia. Su estrategia para enfrentarla ha fracasado de cabo a rabo, lo que hace más que nunca necesario un gobierno de trabajadores.

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