Pandemia: las nuevas variantes de Ómicron y los efectos del Covid

Escribe Florencia Suárez

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En las últimas semanas se ha registrado un descenso de los contagios por Covid en el país, que descendieron a 8.5%. Sin embargo, el número muertes ha aumentado, fueron un 145% más que la semana pasada. En estos datos hay que contemplar además, que se ha abandonado toda política de testeos a la población por lo que el número total de infectados, es incierto.

Si bien en Argentina no se ha registrado un aumento de casos, en países de Europa como Reino Unido, también en Israel y África los casos han aumentado. La situación de África es alarmante ya que el pico de muertes alcanzado ha superado el de Febrero del 2020, al comienzo de la pandemia.

Las nuevas variantes la BA.4 y la BA.5 son las predominantes en estos países, se caracterizan por ser inmunes a la protección de anticuerpos que genera las vacunas. Esto sumado al bajo porcentaje de personas vacunadas con dosis de refuerzo (tercera y cuarta dosis), hace una combinación letal de propagación y fomenta la posibilidad de nuevas mutaciones del virus. Según un informe publicado en The economist, la cantidad de muertes totales anunciadas como número oficial (6 millones) se encuentran por debajo del número real de muertes por Covid. La estadística se realizó tomando como parámetro el exceso de muertes, se compara estadísticamente las muertes producidas en un país sin pandemia y se las compara con los resultados generados por la pandemia, las estimación ha pasado de 12 millones a 22 millones de muertes en exceso, entre 2 y 4 veces más que el número de muertes actual . El estudio no solo contempla las muertes por Covid sino también, aquellas que fallecieron por causas indirectas al Covid, por ejemplo, una persona que murió a causa del cáncer porque se canceló su examen de detección debido al impacto de la pandemia en los sistemas de atención médica. Los datos muestran de manera contundente, el exceso de muertes en estos dos años a nivel mundial.

Long- Covid

Los efectos de la pandemia también son impactantes. Aproximadamente entre el 10% y el 30% de la población infectada sufre de síntomas post-Covid: cansancio muscular, dolor de cabeza crónico, problemas neurológicos, dificultades en la memoria. Haciendo un cálculo del total de infectados, las personas afectadas con long-covid son entre 55 y 120 millones en el mundo. Esta cantidad de personas que necesitan nuevos tratamientos generarán un impacto del sistema de salud, y un requerimiento de atención especializada en la enfermedad. Si bien muchos infectólogos comparan la nueva variante Ómicron con la gripe, no contemplan dentro de sus análisis este factor que nada tiene que ver con las gripes estacionales.

Si bien la vacuna ha salvado millones de vidas ya que fue creada para prevenir la muerte, su capacidad para proteger del long-covid es solo del 15%.

Las marcas Pfizer y Moderna se encuentran a punto de lanzar una nueva vacuna que logra generar una mayor protección de la variante Ómicron. Una nueva forma que tienen las farmacéuticas de hacer un gran negocio, no solo durante la pandemia sino, con todas aquellas nuevas mutaciones que aparezcan. La industria farmacéutica está registrando beneficios récord. Según la consultora Ernst & Young “en 2021, las ventas de las cinco vacunas más importantes ascendieron a 57.000 millones de dólares”. Todavía no se han liberado las patentes de las vacunas.

Otro gran factor importante de la pandemia es la salud mental, el estudio MINDCOVID es un proyecto de investigación de impacto de Covid en la población. Los resultados demuestran que hay un aumento de problemas de salud mental en comparación con el periodo pre pandemia, sobre todo en el personal sanitario debido a: cambios en el trabajo y estrés ligado a las relaciones interpersonales, y las dificultades económicas. Factores que contribuyen al desgaste laboral.

En este panorama de una pandemia que aún no terminó y donde sus efectos ya se hacen notar, se han eliminado todos los tratamientos Covid, y avanzado en la privatización de la salud como también el negociado sobre las vacunas.

Particularmente Argentina, con el avance del cierre de UFUS, la eliminación de los testeos, el despido de personal contratado en pandemia, la quiebra completa de obras sociales como es el caso de ObSBA. Muestran que no hay ningún interés del gobierno en invertir dinero en los gastos que genera la salud, el camino a seguir lo marcan los trabajadores del Durand que se están organizando ante el cierre de 10 habitaciones de terapia intensiva como así también, los trabajadores y afiliados en defensa de ObsBA que realizarán un abrazo al sanatorio Méndez el próximo martes. Mientras que en Rio Negro veinticinco hospitales se encuentran en asamblea permanente y han votado un paro por tiempo indeterminado por mejores salarios. La organización de los trabajadores en defensa de la salud por el aumento de sus salarios, de personal sanitario que pueda atender la demanda creciente, como la inversión en salud mental, es la vía para combatir estas políticas de ajuste que dejan a la población enferma y sin recursos.

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