Tiempo de lectura: 2 minutos
El lunes pasado en San Antonio, un pueblo ubicado a 250 km de la frontera con México, fueron encontrados 53 migrantes muertos adentro de un camión abandonado. Veintidós de ellos eran mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños. Las nacionalidades del resto todavía no han podido ser identificadas. Otros 16 migrantes que viajaban en el camión y que fueron hallados con vida, entre ellos cuatro niños, fueron trasladados a hospitales. Este hallazgo fue la tragedia más grave que se registra desde los últimos años por la cantidad de fallecidos en su viaje hacia EEUU.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. informó que hay tres detenidos ya que "se cree que forman parte de la conspiración del contrabando de migrantes". El conductor del camión está entre los detenidos como sospechoso de los hechos ocurridos, luego de haberse presentado como una víctima del incidente, según funcionarios estadounidenses y mexicanos.
El jefe del Departamento de Bomberos de San Antonio, Charles Hood, dijo que las personas murieron de agotamiento y exceso de calor dentro del camión, debido a la falta de aire acondicionado. El clima de San Antonio es muy cálido en los meses de verano y este lunes la temperatura alcanzó casi los 40ºC. Las víctimas estaban "calientes al tacto". El funcionario agregó que los sobrevivientes no parecían tener acceso al agua y estaban demasiado débiles para salir del camión por su cuenta.
Por su parte, en declaraciones realizadas a BBC News, Edward Reyna, un guardia de seguridad en un depósito de madera a solo unos metros de distancia del lugar del lugar de los hechos, dijo: "pensé que tarde o temprano alguien saldría lastimado, los carteles que los traen no se preocupan por ellos".
Durante su mandato, Trump mando a levantar en la frontera con México lo que definió como “un bello muro, es prácticamente infranqueable”. Si bien no ha resultado imposible de superar para los migrantes, aún al costo de caídas y graves lesiones, el endurecimiento de las políticas migratorias ha resultado más peligroso aún.
Esta es otra muestra de hasta qué punto la crisis migratoria llega a ser una trampa mortal. Los intentos de cruzar la frontera hacia EEUU, motivados por la pauperización de las masas, la desigualdad, la falta de oportunidades y la carencia de satisfacción de sus necesidades más elementales, han derivado en un aspecto fundamental de la crisis humanitaria.
Para poner fin al empobrecimiento masivo, la crisis migratoria y de refugiados, es necesaria una perspectiva de poder, una lucha independiente de los trabajadores, que se transforme en revolucionaria.