Línea 60: dictan la conciliación obligatoria para frenar el vigor de la huelga
Escribe Matías Cisneros
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La huelga general hasta la reincorporación de los despedidos provocó una conciliación obligatoria, dictada por el ministerio de Trabajo de la provincia. La resolución ordena la reincorporación de los despedidos. Resta comprobar el acatamiento de la empresa. La movilización de los trabajadores, que será el camino para imponerle una derrota estratégica al grupo Dota.
La huelga fue maciza. Pararon hasta los trabajadores de los talleres, donde falleció David Ramallo por un accidente debido a las malas condiciones de trabajo. Se organizó también un corte en la ruta Panamericana.
La atención del ministerio de Provincia fue justificada porque el ministerio nacional se encontraba atendiendo a los obreros del neumático en la sede de Callao.
Los trabajadores de la línea 60 son plenamente conscientes de que su convenio de trabajo está en juego en este conflicto. La patronal, por su lado, presiona al gobierno por mayor cantidad de subsidios, incluso cuando el acuerdo con el FMI prevé lo contrario: una dolarización del boleto.
Los despidos estuvieron centrados en el activismo. Fueron despedidos candidatos y hasta un delegado electo. La patronal viene realizando una campaña desde el paro de 45 días de hace 10 años, mediante el desguace de ramales, retiros voluntarios y jubilaciones, sin reponer la totalidad del personal faltante. De 1200, los choferes pasaron a 900 en los últimos años.
La lucha actual está vinculada a una recomposición parcial importante del activismo.
La empresa, el grupo Dota, viola las condiciones laborales en sus otras líneas de colectivos. El pulpo Dota, además de explotar más de 60 líneas de colectivos, es constructor de colectivos. El cambio de subsidios, ahora por kilómetro recorrido, no ha afectado las ganancias de las patronales.
La UTA ha brillado por su ausencia. Ni la conducción de Fernández (asociado a Metropol) ni la oposición de Bustinduy (asociada a Dota) movieron un dedo a favor de los trabajadores, cuyos problemas son los mismos de otras líneas. Aunque en casos es peor por la desorganización sindical que impulsan estás conducciones y alternativas.
