Tiempo de lectura: 2 minutos
La Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (ObSBA) está a las puertas de una quiebra, con un déficit que ronda entre los 4 y los 7 mil millones de pesos. La misma, como ya venimos denunciando desde Política Obrera, es producto de un desfalco conjunto de su directorio, conformado por cinco representantes de SUTECBA -sindicato de los trabajadores municipales, cuya conducción está asociada a las diferentes facciones del Frente de Todos-, cinco representantes del Gobierno de la Ciudad, un representante de UDA -Unión de Docentes Argentinos- y uno por la Asociación de Médicos Municipales (AMM).
Este vaciamiento, que afecta a casi 300.000 afiliados docentes y municipales, se ha profundizado en los últimos años a la vista de todos los sindicatos docentes -en la Ciudad hay 17- y de ATE, que la dejaron correr sin pena ni gloria. Frente a este entramado conformado por gobiernos y sindicatos que rapiñan la caja de ObSBA, y al impasse absoluto del resto de las direcciones sindicales en la defensa de una cuestión crucial para los trabajadores, como es la defensa del derecho básico a la salud, el dato destacado es el surgimiento de afiliados autoconvocados dispuestos a tomar las riendas del asunto en sus manos. El colectivo de "Trabajadores y afiliados en defensa de ObSBA" protagonizó una enorme asamblea, un abrazo al Sanatorio Méndez, una concentración a la sede administrativa central y tiene planificada una gran marcha a Jefatura de Gobierno para el próximo martes 26 de julio, a las 10:30 hs. El lema es claro: "La salud es un derecho, no un negocio".
Mientras la burocracia sindical, tanto de la CGT como de las CTA, tratan de no hacer olas para ver si consiguen refinanciamiento de parte de los gobiernos para las obras sociales que ellos mismos quebraron, a cambio del recorte del Plan Médico Obligatorio (PMO), y el FITU junto a sus colaterales sindicales profundizan cada vez más una política de Frente Popular con esas cúpulas anti obreras, las autoconvocatorias surgen como una reacción por abajo para romper ese dique de contención por arriba. Desarrollar estos procesos autoconvocados y asamblearios entre trabajadores, no con burócratas sindicales, es fundamental en sentido de terciar para lograr una salida obrera a la crisis capitalista que atravesamos que ya no sólo deprecia los salarios bajo la inflación sino que, como bien se vio durante la pandemia, transforma a los trabajadores y a las familias obreras en una mercancía de descarte que no tiene derecho a la atención sanitaria frente a la enfermedad.
Bajo esta comprensión política es que desde Política Obrera venimos desarrollando asambleas en diferentes puntos obreros del país. Este 16 de julio vamos a realizar una gran asamblea nacional de trabajadores ocupados y desocupados en el micro estadio de Lanús. Necesitamos discutir un pliego obrero y delinear un Plan de Lucha para, por medio de una intervención política decidida de los trabajadores, arrancar de sus sillones a todos estos gobernantes y sindicalistas que no responden a los intereses de las mayorías que vivimos de nuestro trabajo. Vamos por recuperar nuestros sindicatos, vamos por un gobierno de trabajadores.
