Cuba: los apagones masivos

Escribe Joaquín Antúnez

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A pocos días de cumplirse un aniversario de la rebelión popular que sacudió a la isla el año pasado, su detonante, los apagones masivos, volvieron a la escena pública.

Los apagones se han reportado como un problema cotidiano, llegando a extenderse más de 10 horas por día. El calor acuciante y la falta de energía han generado una situación desesperante entre los barrios de Cuba, fundamentalmente en el interior de la isla. Estas problemáticas ya presentes el año pasado se han visto agravadas por la guerra en Ucrania y el sostenimiento de las sanciones aplicadas por Trump contra Cuba, sostenidas por Biden. La suba internacional del precio del petróleo y el gas ha generado un creciente faltante en la isla. Se han registrado hasta 12 días de fila para conseguir llenar un tanque. Esto afecta a toda la economía cubana y fundamentalmente a los camioneros y taxistas.

La falta de combustible se ha superpuesto a un problema ya estructural asociado al envejecimiento de las centrales eléctricas cubanas, que tienen en promedio más de 35 años. A nivel internacional la vida máxima se registra en 25. El ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz ha asegurado que el sistema funciona al 38% de su capacidad y en las horas de pico del consumo se ve sobrecargada (Nuevo Herald, 22/07).

La situación alimentaria del conjunto de la población cubana es deficitaria, las libretas de racionamiento cada vez otorgan porciones más pequeñas y los alimentos básicos suelen encontrarse en las tiendas que se manejan dólares o en el mercado negro. Lo cierto es que el dólar se vende a 110 pesos cubanos y un kilo de leche en polvo a 1.500 pesos. La jubilación MÁXIMA en Cuba es de 1.500 pesos y el salario mínimo de 2.100 pesos. (El País, 11/07), lo que vuelve inviable adquirir cualquier alimento en el mercado o las tiendas de divisas. A esto debe sumarse la ausencia total de medicamentos ocasionada como consecuencia de la pandemia y la disparada de casos que afectó a Cuba el verano pasado. De conjunto, la situación en la isla es dramática.

Los vecinos de Los Palacios, una población de unos 38.000 habitantes en la provincia de Pinar del Río, en el oeste del país, han sido quienes se han manifestado de manera masiva mediante un cacerolazo durante una noche entera, coreando cánticos contra el gobierno cubano y, en particular, el presidente Díaz-Canel.

La devaluación desbocada del peso cubano ha sido una medida arbitrada por el propio gobierno, que ha convertido los salarios ya miserables en inútiles.

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