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Después de varias negociaciones entre el sindicato metalúrgico y los empresarios y de la intervención del Ministerio de Trabajo, la nueva directiva de la UOM acordó una "recomposición" en tres cuotas – 12% en agosto, 10% en octubre y 10% en noviembre. Según la UOM, este "complemento" a la ruinosa paritaria del 45% firmada por Caló a principio de año, llevará la suma total al 65%. El porcentaje se ubica varios escalones detrás de la inflación y se aplica sobre salarios de pobreza. Aquella paritaria le costó el cargo a Caló. Sus "renovadores", sin embargo, han traído bajo el poncho la misma línea de miseria salarial. El punto de partida de los salarios metalúrgicos tiene un índice de referencia (IMGR) que, actualizado a julio, representa $87.897 mensuales. El ofrecimiento empresario era 6% en agosto, 6% en septiembre, 5% en octubre, 5% en noviembre, 5% en enero y 5% en febrero. El resultado final no modifica sustancialmente la "oferta" patronal.
La UOM ha entregado la negociación sin lucha. En línea con la CGT, la política de Furlán es que los trabajadores no deben movilizarse por el salario, sino en defensa del Gobierno, porque "hay sectores de poder que quieren desestabilizar al Gobierno, que quieren someter al Gobierno a un ajuste, lo que para nosotros es algo impensado en un contexto donde la Argentina tiene más de un 40% de pobres". Subordinar el reclamo de los trabajadores metalúrgicos al apoyo a un gobierno en ruinas llevó el salario metalúrgico a la miseria que es hoy. En la UOM ha cambiado el Secretario General, pero no la orientación política de subordinar a los trabajadores a los vaivenes de la economía capitalista. En su último encuentro, el Consejo Directivo de la UOM mandató a Furlán a convocar a un paro general en caso de no llegar a un acuerdo en esta última audiencia.
El Ministerio de Trabajo, cuya intervención fue pedida por la UOM, está lejos de ser un actor neutral: siguió una política de sumar audiencias para desgastar a los trabajadores y darle margen de maniobra a los empresarios. Las cámaras aprovechan las audiencias para reclamar que se liberen insumos de importación, siguiendo el modelo de los fabricantes de neumáticos.
Las negociaciones, sin embargo, tuvieron lugar en un marco de deliberación creciente en las plantas metalúrgicas, con paros y bloqueos en algunas plantas de Córdoba y asambleas en varias las plantas del país. Para descomprimir el clima de conflictividad, Furlán convocó para la última audiencia de la semana pasada a una marchita de los cuerpos directivos y de algunos delegados. Las "movilizaciones" de la burocracia son la cobertura de una entregada fenomenal.
