Tiempo de lectura: 2 minutos
Este 2 de agosto se cumplen 4 años del asesinato laboral de Sandra y Rubén, muertos a causa de la explosión por fuga de gas en la escuela EP 49 de Moreno. Este crimen conmocionó a la comunidad educativa y en especial a la docencia que, contra la orientación de la burocracia sindical de Baradel, y sobre la base de autoconvocatorias y asamblea, impuso la huelga general y la movilización hasta que se vieran garantizadas las condiciones infraestructurales. Las muertes de Sandra y Rubén pusieron de manifiesto el derrumbe educativo y edilicio en todo el país.
En Moreno, gracias a la enorme lucha de docentes, estudiantes y familias, que constó de asambleas, movilizaciones y acciones de todo tipo, se logró el arreglo de los problemas más urgentes en muchas de las instituciones educativas, pero nunca se terminaron los arreglos en muchas otras escuelas que hasta el día de hoy funcionan en pésimas condiciones.
En este punto el rol de la burocracia sindical de Suteba Celeste fue fundamental. Al inicio del conflicto se negaron a desarrollar cualquier acción de lucha hasta que fueron obligados por el "Morenazo". Sin embargo las acciones de La Celeste estuvieron dirigidas a poner paños fríos a la pueblada. Jamás llamaron a un paro provincial sostenido para arrancarle al gobierno de Macri y Vidal todos los arreglos necesarios, ni tampoco para exigir juicio y castigo a los responsables políticos del crimen. El broche de oro a esta política fue la propuesta de la creación de un "comité de crisis" formado por funcionarios estatales, dirigentes sindicales, empresas y estudiantes, que oficialmente tenía como finalidad el debate y planificación de las obras en las escuelas, pero en la práctica fue un elemento digitado por el gobierno municipal, el sindicato celeste, las agrupaciones estudiantiles kirchneristas y las empresas para eliminar las movilizaciones diarias al Consejo Escolar, planteando que la movilización no era necesaria ya que el comité "incluía" a todos los sectores. A su vez los 12 puntos de habitabilidad que se plantearon como condición para volver a clases nunca se cumplieron estrictamente y quedaron en el recuerdo.
A 4 años del crimen de Sandra y Rubén el estado de la causa no ha avanzado. Vidal, Sánchez Zinny y el resto de los funcionarios responsables siguen sin ser juzgados ni condenados. Tampoco han mejorado las condiciones estructurales en las escuelas, más que en mejoras menores o estéticas y no lo harán por este camino. En esta crisis capitalista, el gobierno de los Fernández, bajo la dirección del FMI, no hará más que acentuar la destrucción educativa.
Los trabajadores necesitamos tomar en nuestras manos la lucha por la defensa de la educación pública y la conquista de justicia para los compañeros.
Por todo esto este 2 de agosto volveremos a movilizarnos en una columna independiente con nuestras propias consignas. Convocamos a todos los trabajadores de Moreno a participar y exigir justicia por Sandra y Rubén, juicio y castigo a los responsables políticos.
