Tiempo de lectura: 2 minutos
El nombramiento del ´superministro´ Sergio Massa viene con un ataque a los jubilados bajo el brazo.
Actualmente, el haber mínimo es de $ 37.000 y lo cobran casi 6 millones de jubilados; varios miles más cobran la miseria de $ 30.000 de la PUAM (Pensión Universal al Adulto Mayor). En setiembre será el próximo aumento, que oscilará entre el 15/16 %. Esto llevará el haber mínimo a $ 43.000 y la PUAM a $ 34.000. Este aumento no incluye a aquellos pertenecientes a regímenes especiales como docentes, docentes universitarios, trabajadores de luz y Fuerza.
Los montos acumulados de aumentos corren muy por detrás del índice inflacionario calculado en igual periodo. Además la fórmula de movilidad no tiene una garantía que asegure que los aumentos jubilatorios estén equiparados o por encima de los aumentos de los precios.
Este año las jubilaciones aumentaron en marzo un 12,30 % sumado al 15 % de junio dieron un total de un 27/28 % frente a un incremento de precios del 36 % y del casi 40 % en alimentos.
El nuevo ´superministro´ Massa anticipó el pago de un bono de “refuerzo” para jubilados y pensionados “que ayude a superar el daño que les produjo la inflación”. El adicional se liquidará junto al tercer aumento del año y desde el jueves 8 de setiembre.
Según versiones, el bono de “refuerzo” para jubilados y pensionados de setiembre del 2022 podría tener como base el monto adicional que liquidará a los titulares del programa Potenciar Trabajo: $ 11.000 por única vez. Los jubilados con haberes por encima de la mínima no recibirán el bono.
Tanto el reajuste de septiembre por la movilidad como el bono del que se habla son absolutamente insuficientes frente una inflación que carcome nuestros ingresos. El haber mínimo debe ser igual a la canasta familiar -hoy en $ 200.000- reestableciendo el piso de la pirámide. Hoy solo el alquiler de una pensión es del orden de los $ 20.000/$ 30.000, y un alquiler de dos ambientes supera los $ 50.000. Los medicamentos -ya que no todos los entrega PAMI gratuitamente- están por las nubes y a esto debe sumarse el tarifazo de luz, gas y agua. Millones de trabajadores y jubilados verán aumentados sus gastos en energía en un 300 %/400 %.
Los jubilados tomamos nota de este brutal ataque al conjunto de la clase obrera y llamamos a impulsar un Congreso de obreros ocupados, desocupados de la mujer y de la juventud que debata una salida para frenar esta barbarie. Solo una huelga general hasta obtener nuestros reclamos será capaz de frenar esta barbarie.
El día sábado 13 de agosto a las 14,30 horas un conjunto de agrupaciones de jubilados convocamos a una reunión abierta en el local del sindicato docente de Ademys en la calle Solís 823 de CABA para debatir una acción en común.