Despidos de los docentes de la escuela del sindicato de músicos
Escribe Marcos Cabezaz
Tiempo de lectura: 2 minutos
El 6 de junio pasado el plantel docente del Instituto Superior de Música Popular y de la Escuela Popular de Música del SAdeM declaró el cese de actividades, en respuesta a la falta del pago de sus haberes desde el mes de abril de 2022. El reclamo fue ninguneado por la directiva hasta la semana pasada, cuando mediante cartas documento rescindió los contratos del personal que facturaba como monotributista e intimó al resto a retornar a sus puestos de trabajo, saldando parcialmente su deuda y aplicando descuentos por los días no trabajados.
El 1° de agosto, la mesa de conducción del SAdeM emitió un comunicado por Facebook, señalando que ambas instituciones resultan altamente deficitarias y anunció que la comisión administrativa se abocaría a una restructuración de alcance nacional con carácter federal, sin explicar en qué consiste ni cómo se financiaría. En su comunicado la flamante conducción Celeste afirma haber recibido “un sindicato quebrado” de parte de la anterior dirección Celeste, hoy denunciada por “serias irregularidades administrativas tanto en el ámbito administrativo como en el contable”. Acusar a la anterior gestión por la quiebra no exculpa a los miembros de la nueva, y la continuidad entre ambas gestiones es evidente. Esta “nueva conducción” que llegó con apenas 371 votos, en el contexto de la expulsión de un gran número de afiliados y un fraude fenomenal, es la misma lista Celeste que promovió el voto “a libro cerrado” de todas las Memorias y Balances anteriores, con la complicidad del Ministerio de Trabajo que hoy también mira para otro lado ante los despidos.
La respuesta antiobrera del Consejo Directivo ante un reclamo justo de miembros del mismo sindicato nos convoca a rodear de solidaridad el conflicto, en repudio a los despidos y demás represalias que están sufriendo los compañeros y las compañeras sólo por haber reclamado el pago en término de sus salarios, en el marco de un cuadro inflacionario que desvaloriza los ingresos del pueblo trabajador.
La experiencia de lo que está ocurriendo con las instituciones educativas del SAdeM pone de manifiesto el carácter de su dirección, a la hora de la defensa de los derechos laborales de quienes trabajamos en un sector donde avanzan la precarización, la informalidad y la desocupación. Por lo dicho, es necesario discutir en cada lugar de trabajo una salida para los trabajadores y trabajadoras de la música de cara a la profundización del ajuste recientemente anunciado por el flamante Ministro de Economía. Como ya ocurrió en otras oportunidades, los recortes empiezan por el área de Cultura, por eso debemos organizarnos en defensa propia y coordinar acciones para poner en pie una gran asamblea que pueda llevar adelante una lucha por todas las urgentes reivindicaciones de los músicos y las músicas.
