Detenciones arbitrarias en Mar del Plata: organicémonos contra la violencia policial

En la tarde del 16 de agosto, la policía bonaerense detuvo arbitrariamente a una compañera que presenció cuando varios policías golpeaban a un hombre e intentaban subirlo a un patrullero. Nuestra compañera se acercó a preguntar qué estaba pasando y se ofreció a avisar a los familiares del hombre que estaba siendo detenido. En ese momento, uno de los policías le preguntó su nombre y, sin mediar más palabras, la esposaron y la subieron a un patrullero hacia la Comisaría Segunda, ubicada en Tucumán y Castelli.

Sus compañeros y amigos nos convocamos en la puerta de la comisaría para reclamar su liberación. Otros compañeros llamaron a la comisaría a preguntar por la situación. A todos nos dijeron algo distinto: no sabíamos si la compañera se encontraba demorada o detenida. Nos dijeron que se le iba a realizar la revisión médica ahí y se la llevaron a otro lugar. No podíamos comunicarnos con ella. Falsamente dijeron que si no firmaba la contravención, no sería liberada. Pero su detención fue ilegal, porque preguntar por qué la policía golpea a un hombre no constituye una contravención, mucho menos un “entorpecimiento del operativo” (sic), como pretenden imputarle los policías.

El intriguismo, el hostigamiento y la violencia de la que fuimos testigos el martes por la tarde son moneda corriente en la policía bonaerense, que es la primera organizadora del crimen en la provincia; responsable por la desaparición y asesinatos de muchos jóvenes.

Gracias a la organización logramos que, luego de dos horas, la compañera fuera liberada. Frente a un escenario de alza de las luchas obreras, contra la represión, reforcemos la organización.