Santa Fe: docentes y estatales necesitamos una huelga general para ganar

Escribe Germán Lavini

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Se han cumplido de 4 semanas de lucha de la docencia de Santa Fe, con 8 días de paros e importantes movilizaciones provinciales. La próxima semana se sumarán 72 horas más de huelga. La firmeza y el acatamiento total de los paros reflejan la clara determinación de docentes y estatales para enfrentar el ajuste. Esto empalma con lo que ocurre en simultáneo en ocho provincias del país donde la docencia libra peleas -en muchos casos en forma autoconvocada- por aumento de salarios.

Las cúpulas de los gremios estatales han operado para evitar cualquier confluencia y coordinación, segmentando los reclamos. Las conducciones sindicales buscan descomprimir por medio de medidas aisladas. Los gremios estatales (ATE y UPCN) se han negado directamente a movilizar, no están dispuestos a enfrentar al gobierno de Perotti, al que apoyan.

En este cuadro, el gobierno, a través del ministro de Trabajo Pusineri, anunció que el 2 de septiembre recibirá a los gremios docentes. La dirección celeste, al igual que las seccionales de oposición, han centrado el reclamo en el pedido de “apertura de paritaria” para “sentarse a discutir”. Luego de haber otorgado todos los plazos al gobierno, han rescatado el acuerdo ruinoso firmado en marzo que contemplaba una “revisión” recién en septiembre.

Durante este tiempo, además, el gobierno implementó de facto la extensión horaria en primaria, la “5ta. hora" impuso reformas curriculares regresivas en EEMPA y secundaria, una sucesión de ataques a la educación y las condiciones de trabajo, con la venia de la burocracia que ha dejado correr.

La lucha en AMSAFE le fue impuesta a las direcciones por abajo. El dato más significativo es que la CDP de AMSAFE se derrumbó, sin atenuantes. La votación de las mociones, donde la conducción celeste fue derrotada por 10 mil votos de diferencia, perdiendo inclusive en el bastión celeste de “La Capital”, expresa un claro rechazo de las bases a su política de desgaste que se expresó en el resultado de la votación, si bien el planteo de la oposición es similar al de la CDP - "reclamar la reapertura de la paritaria". Esta dirección está invalidada, carece de autoridad, no hay otra explicación, se juega al desgaste, como único recurso por cuenta del gobierno.

Pero la directiva provincial de Alonso, impugnada por la votación de las bases, será quien se siente en la paritaria a negociar con el gobierno a la espera de que llegue una “propuesta adecuada” que le permita cerrar el año con un acuerdo que consolide la pérdida salarial. Por eso la resolución de asamblea provincial se ha cuidado de no mencionar ningún monto, ni porcentaje. Pero esta vez deberá reunir las condiciones que aún no tienen para sacar primero a la docencia de las calles. Las seccionales opositoras, por su parte, luego de canalizar la votación de las bases, eluden actuar y fijar el reclamo salarial. Cuando lo han hecho, ha sido para plantear un horizonte de pobreza: “ningún docente bajo la línea de pobreza”, hoy en $111.298. Este programa unifica al amplio espectro opositor, que va desde la CTA A, al FITU y el resto la izquierda, quienes también coinciden en el impulso rutinario y desgastante de paros aislados y en el reclamo para que Ctera convoque al paro nacional, una vía muerta para los trabajadores. Frente al estallido económico, la estampida inflacionaria y una crisis sin precedentes, burocracia y oposición con diferencia de grados marcan el paso en el lugar.

Perotti ha sido acorralado por los trabajadores de la provincia. Hoy ha salido a blandir la amenaza de descuentos de los días de paro y pretenderá colocarlo en la negociación para forzar un acuerdo a la baja, pero fracasó en frenar la lucha cuando la conducción de Amsafe se hundió con la última votación. Quedó claro que el gobierno no logra reunir las condiciones para imponer nada.

Con una inflación que superará el 100% anual, cuando el costo de la canasta familiar ya pasa los $190 mil pesos y el gobierno nacional anuncia nuevos y brutales ajustes y se pone en marcha otra batería de tarifazos, la conclusión ineludible es preparar la huelga general de todos los estatales, impulsar la coordinación desde abajo para unificar los reclamos, que las conducciones buscan dividir. Para ganar y arrancar los reclamos e imponer nuestro pliego al gobierno: un aumento de emergencia de 100% de salarios y jubilaciones, salario mínimo inicial igual al costo de la canasta familiar, indexación automática por inflación. Abajo la extensión horaria en primaria y las reformas de secundaria y Eempa. Creación de horas y cargos y obras para las escuelas. Paritarios electos por las bases.

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