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El pasado martes, la patronal de Siat Tenaris, una compañía del holding Techint, envió telegramas de despido a 13 trabajadores que habían ingresado a trabajar para la fabricación de los caños que transportarán el gas desde Vaca Muerta hasta Salliquelló a través del gasoducto Néstor Kirchner. La empresa informó que el motivo del despido fue “la falta de adaptación al trabajo”.
Los trabajadores despedidos fueron contratados directamente para la realización de tuberías para el gasoducto y la empresa decidió no renovar sus contratos, incluso antes de que se cumpliera el plazo de contratación pautado, de tres meses – la UOM ha permitido los contratos basura durante mucho tiempo, ésta no es la excepción.
Después de que se acordó la fabricación del gasoducto en Techint, la empresa contrató a 300 operarios. A todos les hizo firmar contratos que se renuevan de forma trimestral, una modalidad habitual que adoptó Paolo Rocca en todas las empresas de su holding.
Los despidos arbitrarios de Techint son un episodio más de la crisis alrededor de la construcción del gasoducto.
En el gremio metalúrgico, particularmente en las grandes plantas de la rama siderúrgica, está abierta una deliberación por abajo mediante asambleas y paros para recomponer el salario y las condiciones laborales de los trabajadores. Los trabajadores de Siat Tenaris no están solos en esta lucha.
