Boric, el de la Constitución de derechos, reprime “mochilazo” estudiantil

Escribe El Be

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Los estudiantes chilenos realizaron un “mochilazo” que copó las calles del centro de Santiago exigiendo reformas en el sistema educativo. La protesta estuvo precedida por asambleas en distintos colegios y adquirió rápidamente un carácter masivo. La movilización estudiantil pasó por las puertas de la sede del Ministerio de Educación, que fue atacado a pedradas por los manifestantes. Frente a la represión de carabineros, se levantaron barricadas en distintos puntos de la ciudad para resistir. A las marchas y barricadas se les sumaron cortes en las vías del Metro de Santiago y evasiones masivas en otras líneas, que recordaron a las protestas realizadas por los secundarios en octubre del 2019, las cuales dieron inicio a la rebelión chilena.

Los estudiantes eligieron la Plaza Dignidad, emblema de la rebelión, como punto de concentración de la protesta. La convocatoria congregó a miles secundarios de al menos una decena de establecimientos educativos que marcharon por la avenida de la Alameda en dirección al Palacio de La Moneda, sede del gobierno, donde el presidente Boric se encontraba en pleno recambio de gabinete. Desde dentro de distintos colegios de la zona, como el Instituto Nacional General José Miguel Carrera y el Liceo Barros Borgoño, se lanzaron objetos contra los carabineros. En un hecho de gravedad inusitada que fue denunciado por distintos organismos de derechos humanos, las fuerzas represivas ingresaron al Instituto Nacional ubicado sobre Arturo Prat y detuvieron a estudiantes secundarios. En total hubo al menos 35 detenidos, 14 de ellos menores de edad. Un pronunciamiento llamando a detener la violencia estatal fue emitido por el Grupo Iniciativas por las y los Presos Políticos de la Revuelta en conjunto con la Comisión de DDHH del Colegio de Psicólogos y Psicólogas de Chile.

En las movilizaciones se levantó el reclamo de la libertad a los presos de la rebelión, que siguen detenidos desde 2018. Algunos medios señalaron que los estudiantes cantaban "¿Y cómo, y cómo, y cómo es la 'weá' (la cuestión)? Hay plata para los pacos (Policía) y no para estudiar", así como "y va caer, y va a caer, la Constitución de Pinochet". Entre otras cosas, los estudiantes exigen mejoras en la educación pública, becas y acceso a la universidad. También hubo reclamos por infraestructura, transporte público gratuito, educación sexual integral en colegios y liceos, por el acceso universal a todos los niveles de educación y por la derogación de la ley de Aula Segura. Otros medios señalaron el reclamo por un nuevo proceso constituyente.

El gobierno de Boric respondió a las protestas con represión y los estudiantes mantuvieron enfrentamientos con los carabineros durante varias horas desde las barricadas. Con las mismas características habían salido a protestar los estudiantes la semana pasada, en los días previos al plebiscito, en donde se enfrentaron con bombas molotov y fuegos artificiales contra los pacos. Fue en esa ocasión que Simón Boric, quien es encargado de comunicaciones de la Universidad de Chile y hermano del presidente, salió a enfrentar a los estudiantes y terminó siendo hospitalizado.

Las movilizaciones estudiantiles se han convertido en uno de los grandes focos de la lucha contra el actual gobierno. A un mes de asumir Boric a la presidencia, se desató la primera manifestación estudiantil masiva en reclamo por un aumento de la BAES (Beca de Alimentación de la Educación Superior). En aquella ocasión, Boric pronunció un discurso donde afirmó que “nosotros venimos de las luchas estudiantiles y no olvidamos aquello. Sería un sinsentido muy grande olvidar de dónde venimos. Y cuando mejores resultados hemos conseguido ha sido cuando el diálogo ha primado para llevar adelante estos objetivos”. Lo cual no le impidió desatar, también aquella vez, una feroz represión contra los estudiantes que dejó como saldo decenas de heridos y un estudiante baleado.

Frente a las protestas de esta semana, el gobierno irá un paso más allá. Manuel Monsalve, miembro del Partido Socialista y subsecretario del Interior, anunció que, a pesar de reconocer las “legítimas demandas”, el gobierno se presentará como querellante contra los estudiantes que encabezaron las protestas por “alteración del orden público y hechos de violencia” en el centro de la ciudad de Santiago. A su vez, señaló que en reunión con el Ministerio de Transporte y con Carabineros de Chile resolvieron “tomar medidas de prevención” para evitar nuevos cortes del Metro.

Los estudiantes respondieron con nuevas convocatorias a movilizaciones y protestas para esta semana. Las reivindicaciones estudiantiles son acicateadas por el aumento del costo de vida y el congelamiento tanto de los salarios como de las becas para estudiar. El gobierno, mientras tanto, ha debido sacrificar a sus ministros más cercanos luego del triunfo del Rechazo en el plebiscito del domingo y se encuentra realizando reuniones con la derecha para negociar un contubernio constitucional.

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