Una gran huelga ha cambiado las perspectivas para el movimiento docente

Escribe Mariano Hermida

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La huelga provincial de 24 hs. que protagonizaron los trabajadores de la educación en la provincia de Buenos Aires sacudió el avispero. Fue una acción extraordinaria, porque fue convocada al margen de la burocracia de SUTEBA. Anunciada por tres seccionales dirigidas por la Multicolor (Bahía Blanca, Marcos Paz y Tigre), aunque con un peso diferente de cada agrupamiento dentro de esa lista. El llamado fue recogido por una mayoría de los distritos bonaerenses. Los huelguistas repudiaron los aprietes institucionales y las amenazas de descuento de los salarios por parte de la Dirección General de Escuelas y de la propia burocracia sindical. En La Plata, por otra parte, la huelga convocada por la FEB el miércoles 14 también fue contundente

Se ha producido un estallido que plantea la cuestión de la dirección del Sindicato, la cual se procesará en la propia lucha. En los hechos, la docencia desconoció a las burocracias sindicales –que recientemente han ganado las elecciones en los sindicatos en medio de abstenciones del 80 por ciento. Mientras los docentes paralizaban las escuelas, Yasky y Baradel peregrinaban a la embajada de los Estados Unidos, para dar muestra de apoyo a la política fondomonetarista del kirchnerismo.

Las motivaciones de este empuje huelguístico son la sistemática liquidación de los salarios y la demolición política de la educación. El derrumbe educativo es colosal, empezando por la miseria salarial que cobran las maestras y profesores. Las paritarias que firman las conducciones sindicales a espaldas de los docentes en aumentos de cómodas cuotas, son fulminadas por una inflación (se calcula en un 100% anual) que licúa el valor del salario, antes de percibir los mal llamados “aumentos”. Recientemente la CTERA firmó –sin el aval de ningún docente- un nuevo tramo de cuotas inferiores a la inflación, que debe servir de indicador para los convenios en la provincia. El salario de una maestra de grado está en los 77 mil pesos, y el de un preceptor en $66.000. El gobierno por otro lado, está embarcado en una serie de reformas antieducativas, que apuntan a reducir los costos de la educación mediante la descalificación de los contenidos de la enseñanza. Ya no se trata de que los estudiantes aprendan sino de que aprendan a aprender –una forma de arrojarlos al mercado en condiciones de vulnerabilidad frente al acoso de la explotación patronal.

El parazo del martes abre una nueva perspectiva. El lunes 19 habrá un plenario de delegados convocado por las seccionales de Tigre, Bahía Blanca y Marcos Paz.

Nuestra corriente impulsará asambleas por escuela, para elaborar mandatos para dar continuidad a la huelga y las medidas de lucha. Se ha abierto una tendencia a la autoconvocatoria, como la que ha progresado en varias provincias. Por la vía de la deliberación, de la agitación y de la huelga se va a desarrollar la perspectiva del congreso de delegados de escuela.

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