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La perseverancia, desde hace años, de un pequeño grupo de agrupaciones de jubilados que concurrimos al Congreso Nacional (con semaforazo incluido), todos los miércoles a las 15 horas, tuvo sus frutos.
Un acuerdo gestado después de varias reuniones en el sindicato docente de Ademys parió una gran movilización de cientos de jubilados y organizaciones sociales que se solidarizaron con la medida, en conmemoración del día del jubilado en Plaza de Mayo y en varias provincias de nuestro país.
Todos los oradores que hicieron uso de la palabra detallaron minuciosamente la situación que hoy viven millones de jubilados y pensionados.
En los últimos años, bajo el gobierno de Macri como ahora con la tríada de los Fernández- Massa-Fernández, todos han puesto su granito de arena dando continuidad a la demolición del régimen previsional. Todo bajo la batuta del FMI.
Un haber mínimo de indigencia que cobramos el 70 % de los jubilados de $ 43.000. El achatamiento de la pirámide porque a los haberes más altos no llegan los aumentos
La inoperancia y deficiencia del PAMI, de la ANSES, de IOMA, del IPS y de las cajas provinciales. La excepción a las patronales del pago al régimen previsional. El vaciamiento del FGS (Fondo de Garantías de Sustentabilidad).
De la indexación por inflación de los títulos de una deuda que no contrajimos los trabajadores y la desindexación de los salarios y haberes con aumentos fijos miserables que corren por detrás de una inflación anual de tres dígitos.
La mentira de la gratuidad de todos los medicamentos. Y que fuimos las victimas número uno de la pandemia y que no hay ninguna atención a los síntomas postcovid.
Otros se refirieron a que las suspensiones, despidos y el trabajo precarizado traerá como consecuencia que millones de trabajadores no podrán acceder a una jubilación y tendrán que gestionar la PUAM (Pensión Universal al Adulto Mayor), de miserables $ 38.000 y con los cientos de trabas para obtenerla.
Desde Jubilados Clasistas nuestra intervención fue dejar en claro tres puntos de significativa importancia:
Uno es el tema de esta guerra del imperialismo mundial de la OTAN y del imperialismo regional de Putin. Una guerra imperialista contra los trabajadores del mundo entero y en primer lugar de ucranianos y rusos. Millones de muertes por la rapiña de un capitalismo en crisis terminal.
Otro tema es el monto del salario y del haber mínimo. Tanto nos acostumbraron a salarios de miseria, que solo calculan la canasta de indigencia ($ 50.000) y de pobreza ($ 120.000), entonces muchos sectores se olvidan de la canasta familiar. Ningún trabajador ni jubilado debe ganar por debajo de esa canasta familiar, hoy de $ 200.000.
Y el otro punto es el rol de la burocracia sindical. Hoy la CGT y la CTA sacan número para visitar la embajada de EE. UU. Los Daer, los Moyano, los Baradel y los Yasky se sacan foto con el embajador Stanley que además es el representante político de la AnCham, la cámara de comercio norteamericana. ¡Ninguna expectativa ni pedidos de paro y plan de lucha a la burocracia enquistada en nuestros sindicatos! El día que llamen a un paro será para distraer y desmovilizar.
Debemos bregar por la convocatoria a un Congreso de obreros ocupados, desocupados, jubilados, de la mujer y la juventud, que debata una salida a esta barbarie y que prepare una huelga general hasta la obtención de nuestros reclamos.
Un gran acto unitario que nos invita a seguir.