Docentes bonaerenses: discutamos la continuidad de la huelga

Las dos huelgas de 24 horas que protagonizó la docencia de la provincia de Buenos Aires han abierto un nuevo escenario. La masividad de la adhesión a los paros tuvo como base el reclamo de un aumento general de salario y se manifestó un hartazgo generalizado por las condiciones de super explotación que sufre la docencia, que tiene que sumar cargos y módulos hasta el cansancio, para poder llegar a fin de mes.

La burocracia dirigente de SUTEBA y los demás sindicatos docentes provinciales quedaron completamente desautorizados. Las bases pararon sin el “permiso” y el aval de sus propias conducciones, que militaron contra la medida de fuerza amenazando con descuentos a cualquiera que decidía sumarse a la protesta. A partir de una convocatoria de tres seccionales dirigidas por la lista Multicolor de SUTEBA (Tigre, Marcos Paz, Bahía Blanca) la docencia se auto convocó en las escuelas, debatió en asambleas y definió adherir a la huelga. En la última ocasión, el paro coincidió con un paro nacional de los compañeros auxiliares agremiados en ATE. El paro fue altísimo en toda la provincia de Buenos Aires. Hubo radios abiertas y actividades en Bahía Blanca, Tigre, La Plata, Alte. Brown. A su vez, se realizó una importante movilización a la dirección general de escuelas, en La Plata, contra la eliminación de las FOBA (trayectorias de formación básica) de los conservatorios.

Para dar señales de vida, Baradel convocó a reuniones de delegados en SUTEBA que fueron absolutamente raquíticas en todos los distritos (en La Matanza aún no fue convocada). El vaciamiento responde a que los trabajadores de la educación no observan un sindicato que defienda sus intereses, sino más bien, una oficina más del gobierno nacional y provincial. En este tipo de reuniones tampoco se vota nada, sino que son puramente “informativas”. Los delegados y delegadas de Tribuna Docente Tendencia concurrimos para denunciar la orientación política de la lista celeste, que tuvo su máxima expresión semanas atrás, con el embajador yanqui Stanley, dónde los dirigentes de SUTEBA y la CTA posaron para la foto para avalar todo el plan de ajuste sobre los salarios y jubilaciones, la poda del presupuesto educativo y las reformas laborales en curso que el FMI pactó con el gobierno de Massa y los Fernández. Colocamos el reclamo de un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, un aumento inmediato para recuperar lo perdido ante una inflación descomunal y el rechazo a las reformas anti educativas en curso. Denunciamos el apoyo puramente testimonial que expresó la CTA con la lucha de los trabajadores del neumático, que no se manifestó en ninguna manifestación concreta, movilización o paro. Valorizamos la gran huelga de la docencia santafesina y denunciamos el aislamiento que produce la CTERA. Planteamos la continuidad de las medidas de fuerza, la concreción de un plenario provincial de delegados de base y la preparación de una huelga general.

Entre la docencia anida una tendencia de lucha muy profunda. Es la misma que se observa en los trabajadores del neumático, los médicos del Garrahan, entre la docencia de CABA – que irá a la huelga el 4/10- y los estudiantes secundarios que ocupan las escuelas porteñas y en la extraordinaria huelga de la docencia de Santa Fe. La defensa del salario ante un escenario híper inflacionario y mega devaluatorio se ha convertido en una lucha de primer orden para la clase obrera. Baradel promete una incierta revisión para la paritaria docente para el mes de octubre, cuando lo que debería corresponder es un aumento del 100% sobre el salario mínimo de una sola vez, terminar con la confiscación de los aumentos en cómodas cuotas que se los come la inflación, e ir por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar (hoy en $180.000), indexado por inflación.

Se ha abierto una tendencia a la autoconvocatoria, como la que ya ha progresado en varias provincias. Impulsemos asambleas por escuelas, elaboremos mandatos por la continuidad de la huelga y las medidas de lucha.