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Mientras el ejecutivo municipal niega el cobro del bono de 20 mil pesos acordado en las últimas paritarias, el HCD aprobó un nuevo aumento de las tasas municipales del 20 %, aplicable a partir del mes de noviembre, que se suma al 50 % de incremento a principios de año y un 20 % más en julio pasado.
Como viene ocurriendo en el resto de los municipios de la provincia de Buenos Aires, en Pergamino se aprobó un reajuste de impuestos municipales que ya alcanza el 100 % en lo que va del año, en una sesión expeditiva del HCD por pedido del ejecutivo. Es decir, el HCD es una correa de transmisión del ajustador Javier Martínez.
El presidente del bloque cambista, Ignacio Maiztuegui, justificó el aumento por la escalada inflacionaria, “ya que toda proyección resulta insostenible”. El gobierno municipal reconoce la carestía, pero sólo para agrandar su caja, no para la recomposición salarial de los municipales.
El concejal radical Albuerne (oficialista) marcó algo importante. Las subas de las tasas “ya estaba estipulada tipo fórmula gatillo”. Esta fórmula no entra en consideración cuando se debe aplicar dicha cláusula a los salarios.
Por su parte el concejal Walter Baccarini, del unibloque Evolución, que comienza a armar un entramado de cara al año electoral, manifestó “es necesario que el Ejecutivo cuente con las herramientas para afrontar esta situación”. De manera demagógica reclamó una recomposición salarial para los trabajadores municipales, sin mencionar a cuánto se refiere.
El bloque de Frente de Todos votó en contra, aduciendo por falta de “explicación del porqué del 20 % ni de ese aumento”, según la edil Leticia Conti. Si al bloque del FdT ´le explicaban´, levantaban las dos manos. Para el bloque opositor “no es necesario presionar tanto el bolsillo de los contribuyentes, más en un contexto de crisis”, cuando son los gobiernos nacional y provincial los que llevan adelante el ajuste fondomonetarista contra los trabajadores.
El tarifazo de las tasas municipales se suma a otros tarifazos en el transporte, el estacionamiento medido, entre otros. Los trabajadores en su conjunto deben sacar conclusiones de las políticas de ajuste del Gobierno de JxC y no depositar ninguna esperanza en los partidos patronales, que cierran filas para reventar a los asalariados. Contra el plan de guerra de Martínez y compañía, hay que poner en pie una coordinación de los conflictos, los activistas y de todos los sectores perjudicados por la política fiscal del intendente, que no hace otra cosa que trasladar el ajuste del FMI al conjunto de los trabajadores.
Desde Política Obrera llamamos a rechazar el ajuste impulsando la conformación de asambleas por barrios, en lugares de trabajo y estudio que se pongan a la cabeza de la lucha contra la política de Javier Martinez y todo el régimen hambreador.
