Secundarios CABA: por una huelga educativa y la unidad docente-estudiantil

Escribe Nicolás Morel

Tiempo de lectura: 2 minutos

Las tomas de más de 20 colegios de la Ciudad han sido el primer movimiento de lucha masivo que encabezó la juventud desde el retorno de la presencialidad. Puso de manifiesto el ataque feroz que la educación está sufriendo de parte de los gobiernos de Larreta y nacional, representado por la implementación de pasantías laborales, la pésima calidad de las viandas que el Estado distribuye, y un recorte monumental de 50 mil millones de pesos en la educación a nivel nacional.

Esta semana una marcha que reunió a los centros de estudiantes en lucha, al activismo docente y a la numerosa comunidad de padres y familiares, tuvo un carácter multitudinario, siendo encabezada por los colegios que protagonizaron las tomas de la semana pasada.

Por su parte, luego de ensayar todo tipo de amenazas contra el movimiento, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña se comprometió a recibir a los representantes de los colegios en lucha, debido al crecimiento de la organización estudiantil.

Las tomas de los colegios secundarios de CABA tienen el potencial de convertirse en el puntapié que desarrolle un gran movimiento nacional de docentes y estudiantes en lucha por la educación pública: es que el escenario que atraviesan los colegios de todo el resto del país -empezando por la Provincia de Buenos Aires, del otro lado de la General Paz- es igual o incluso más lamentable que lo que ocurre en CABA.

Una política para la derrota

El kirchnerismo encaramado en la UTE y la CEB ha actuado para enterrar la lucha estudiantil. Durante los últimos días, los K desplegaron todo un operativo para garantizar el levantamiento de las tomas en toda la ciudad, lo que ha generado una crisis sin precedentes al interior de las organizaciones estudiantiles del oficialismo. Las maniobras han llegado al extremo cuando trascendió que un militante de El Semillero, vinculado de manera muy cercana a la CEB, les pasó a los funcionarios del Gobierno de la Ciudad la lista de colegios más fácilmente quebrables y cuales estaban mejor preparados para encarar la lucha. No hay grietas entre el gobierno de Larreta y el de Alberto Fernández a la hora de intentar bloquear al movimiento estudiantil.

Vamos a la huelga

La victoria de la lucha educativa depende de que el movimiento estudiantil se organice para actuar en defensa de sus derechos y de la unidad con los docentes en una gran huelga educativa.

Suscribite a Política Obrera