La toma del Normal Nº5 marca el camino: pongamos en pie a los centros de estudiantes

Escribe Nicolás Morel

Tiempo de lectura: 2 minutos

La toma del colegio Normal Nº 5 continúa la línea de lucha que vienen impulsando las tomas de las semanas pasadas y la multitudinaria marcha educativa de 10.000 personas que se movilizó a la Jefatura porteña días atrás.

Los reclamos que impulsan la toma, votada a través de una asamblea el pasado martes, son los misms que los del conjunto del movimiento educativo que está en pie de lucha desde hace semanas: alumnos del colegio denuncian que enviaron 17 cartas al Ministerio de educación reclamando que se haga cargo de la dramática situación edilicia del colegio, sin obtener respuesta alguna. Sumado a eso, está presente en la toma la exigencia de que se distribuyan viandas de calidad y contra las pasantías gratuitas que busca imponer Larreta. La toma expresó su solidaridad con los docentes que están sufriendo una modificación precarizadora en su régimen de trabajo.

La toma del colegio muestra, además, que las reservas de lucha del movimiento educativo, lejos de estar agotadas, están listas para continuar la lucha contra el gobierno de CABA. No podría ser de otra manera: los compañeros que encabezan está lucha son los hijos e hijas de los trabajadores de la salud que en estas horas discuten paralizar los hospitales porteños en defensa del salario, de los trabajadores desocupados que luchan por el derecho al trabajo contra un régimen que profundiza la desocupación y la miseria y de los trabajadores del neumático, que arrancaron un gran aumento salarial a través de una huelga que derrotó a una alianza antiobrera entre las patronales y el gobierno nacional.

Organicemos al movimiento estudiantil para luchar

La promesa, de parte de Larreta y Acuña, de convocar a los colegios en lucha a reuniones con el ministerio si las tomas se levantaran demostró ser papel mojado. En los casos donde estas existieron, los reclamos de los colegios y centros de estudiantes no fueron recibidos. Lo que recrudeció, en cambio, fueron los ataques de los funcionarios contra los estudiantes. Recientemente, la ministra Acuña, a través de declaraciones públicas, acusó que el estado de derrumbe que atraviesan muchos colegios porteños es consecuencia del vandalismo de los propios estudiantes. Agregó, además, que no está al tanto de que las viandas entregadas sean deficientes, dado que, supuestamente, estas se entregan a los alumnos que las piden.

Para que el Estado acepte las condiciones que la comunidad educativa necesita para poder estudiar y trabajar en paz es necesario redoblar la lucha a través de la convocatoria a asambleas y reuniones de delegados en todos los colegios. Redoblar la movilización estudiantil y docente, siguiendo el camino del Normal 5, es la vía para imponer de una vez por todas, un programa en defensa de la educación pública. Los planes de lucha votados en cada asamblea y reunión deben ser coordinados y garantizados a través de un comité interescuelas, conformado por delegados de cada colegio.

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