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Acaba de completarse la inscripción de listas para las elecciones en el sindicato del subte (AGTSyP) que tendrán lugar el próximo 29 de noviembre. Fueron oficializadas dos listas: la lista Roja y Negra, expresión de la actual directiva, encabezada por Roberto Pianelli y Néstor Segovia, y la lista Multicolor, con la participación de diferentes agrupaciones de la izquierda y la oposición. El estatuto del sindicato resuelve la elección por sistema de mayoría-minoría. Le otorga 29 de los 34 cargos a quien gana la elección y 5 cargos a la minoría si supera el 25% de los votos. Este sistema condiciona las elecciones: la dirección que consagra es una foto deformada de las posiciones de los trabajadores del subte.

El armado de las listas no estuvo presidido por un clima de debate electoral, con asambleas realizando balances o poniendo a las reivindicaciones como eje. La lista armada por la actual conducción del sindicato cerró al filo del plazo de presentación, luego de una disputa por la secretaría general entre Pianelli y Segovia. Sin clarificar las divergencias entre ambos, tampoco el método de cómo las resolvieron, la base absorbió que solo era una disputa por cargos. La Multicolor rechazó de conjunto nuestra propuesta de armar un plenario para discutir el programa y las candidaturas.

Nuestra agrupación -ATM Lista Granate- interviene en la lista Multicolor con cuatro postulaciones: Ramón Acuña, delegado del taller Rancagua, a Secretario de Organización; Matías Cisneros, del taller San José, a primer revisor de cuentas; Carlos Trejo, del taller Polvorín, a secretario de previsión Social; y Jesica Palmisciano, de tráfico Línea H, a secretaría de Salud Laboral. Ingresamos a la Multicolor para desarrollar, en el plano de las elecciones, una lucha contra los representantes del estado y del gobierno en el gremio. Para ello, presentamos el siguiente programa.

Por un verdadero sindicato

La AGTSyP no ha alcanzado el carácter de un sindicato con reconocimiento cabal –es decir, con su personería gremial. Al encontrarse “simplemente inscripto”, quien firma los acuerdos paritarios es la UTA, y luego el sindicato del subte firma con el lema “ad referéndum de las bases”. Este mecanismo, que coloca a la AGTSyP ante los hechos consumados, permanece intacto desde que la Corte le denegó la personería gremial. La patronal se sirve de esta realidad de “sindicato de segunda” para violar nuestras conquistas y derechos. La ausencia de una clara campaña por nuestro reconocimiento tiene razones políticas: la burocracia de Roberto Fernández de UTA (o su opositor “moyanista” Bustinduy) apoya al mismo gobierno que defiende la directiva de Pianelli y Segovia. La lucha por un verdadero sindicato, por lo tanto, plantea la independencia del sindicato del Estado y de los gobiernos del capital, responsables de la destrucción del salario y de los derechos laborales, en el subte y en el conjunto de la clase obrera.

Salario y condiciones laborales

Los trabajadores del subte asistimos a una franca desvalorización del salario. En septiembre, el salario básico de un peón quedó por debajo de la línea de pobreza. La caída del salario termina siendo compensada con la realización de horas extras. Esto significa, en los hechos, el desconocimiento de una de nuestras conquistas fundamentales, que es la jornada de 6 horas. El bono que recientemente otorgó la empresa no compensa las pérdidas salariales acumuladas desde Marzo. Este deterioro plantea la necesidad de un 100% de aumento inmediato al salario, la indexación automática por inflación y la eliminación del impuesto a las “ganancias”. El acuerdo paritario del 12/10 con sumas no remunerativas pretende dejar afuera de la elección el debate salarial.

En la cuestión de la salud de los trabajadores, sigue presente el reclamo por la insalubridad. A su vez, todas las reivindicaciones asociadas a ella: la jubilación a los 55 años, el 82% móvil, el doble franco. El asbesto, es un agravante de la insalubridad. La lucha contra el contaminante se abrió paso con la retención de tareas encabezada por los compañeros del taller Rancagua de la línea B. La empresa ha buscado aislar a los sectores que la llevan adelante. En complicidad con el estado retrasan la resolución del problema. Mientras el gobierno discute cómo y cuándo comprar 40 formaciones nuevas, con el método de deshojar campos de margaritas, los trabajadores acumulamos 71 afectados y 3 muertos por contaminación.

La empresa ha congelado el ingreso de personal. Los puestos de trabajo de compañeros que agarran el retiro voluntario, los jubilados o fallecidos no se ocupan. Mientras achica la planta permanente, la empresa desconoce el convenio colectivo, al imponer la categoría polifuncional de “principal de estación”. Prepara la desaparición del puesto de guarda y abre el camino para el ingreso de las tercerizadas. La renovación tecnológica es usada, no para aliviar la carga laboral, sino para imponer la polifuncionalidad en los talleres de mantenimiento. Mientras tanto, esos mismos talleres son vaciados de herramientas y repuestos, para tercerizar el mantenimiento general de las formaciones en empresas propias del grupo Roggio y con convenios a la baja.

Al sector de trabajadores cercanos a la jubilación se les ofrecen retiros voluntarios. La plata que gasta la empresa en estos arreglos económicos proviene de los aportes jubilatorios ahorrados durante la pandemia, con la autorización del estado nacional. Un fondo mayor a los 1.000 millones de pesos. Mientras tanto, en el Anses se nos oculta la información de cuánto vamos a cobrar de jubilación y cuánto perdimos por esta falta de aportes.

En oposición a esta liquidación del convenio, del salario y de nuestras conquistas históricas, planteamos:

-Salario igual a la canasta familiar, como el piso de la remuneración en el subte. Imposición de ese salario para contratistas y tercerizadas. Indexación mensual del salario, ante la inflación galopante. Aumento de emergencia del 100% para recuperar la pérdida salarial. 82% móvil para los jubilados del subte.

-Vigencia incondicional de la jornada de 6 horas para todas las categorías. Insalubridad definitiva. Vigencia del convenio y de las categorías, oposición a la polifuncionalidad.

-Abajo el asbesto criminal. Retiro inmediato de todas las formaciones afectadas. Asistencia y reparación económica y sanitaria de todos los compañeros que han sido afectados. Interrupción inmediata de tareas ante cualquier riesgo para la salud obrera.

-Por un cuerpo de delegados activo y de funcionamiento regular, responsable ante las asambleas de línea. Por comisiones de control electas en cada línea, sobre planes de vivienda y demás prestaciones sindicales.

-Por un plan de lucha por el pleno reconocimiento de la AGTSyP como sindicato. Por un sindicato independiente de la patronal, de los partidos capitalistas, de su Estado y de la burocracia sindical.

Colocamos este programa a la consideración de los talleres y asambleas de línea. Llamamos a organizar el voto por la Lista Multicolor y a preparar, sobre esa base, las elecciones de delegados que tendrán lugar en menos de un año.

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