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Desde hace 3 días el pueblo de Trancas se encuentra movilizado por el femicidio inducido de Noelia Sosa, una joven de 30 años. Era víctima de violencia de género por parte de su pareja, Sebastián Balegno, un conocido productor rural de la zona y empleado del municipio.
El domingo luego de una feroz golpiza Noelia concurrió, junto a unas amigas, a la comisaría a radicar la denuncia y no se la quisieron recibir. La respuesta fue que regrese en unas horas porque no había oficial. Al agresor, no obstante, sí le tomaron la denuncia que hizo por las supuestas agresiones de Noelia. Horas más tarde la joven fue encontrada sin vida. La fiscalía actuante habla de un suicidio, aunque no se le practicó autopsia al cuerpo, y se ha difundido una carta de despedida que habría dejado Noelia. No hay dudas, sin embargo, de que se trata de un femicidio inducido por su agresor y por la complicidad de la policía que se negó a tomar la denuncia. A ello debe agregarse la impunidad con la que contaba Balegno por sus influencias económicas y políticas que lo hacían intocable.
La bronca no se hizo esperar y el pueblo se movilizó sobre las principales calles de la ciudad y sobre la comisaría. Para desmovilizar, al día siguiente el ministro de Seguridad anunció el desplazamiento de la cúpula de la comisaría de Trancas y el intendente amenazó públicamente en tomar represalias contra los que movilicen y denuncien. La familia de Noelia y sus amigas y vecinas, no obstante, se mantuvieron firme con la convocatoria a una nueva marcha.
Desde el Plenario de Trabajadoras Tendencia nos hicimos presente en la marcha del 18 de octubre, expresando nuestro apoyo a los familiares y en el acto planteamos la necesidad de continuar la lucha por el juicio y castigo a Balegno y a los policías responsables y la necesidad de poner en pie una organización de vecinas y vecinos, contra los femicidios y la impunidad en Trancas y en todos las ciudades y pueblos y a preparar una jornada de lucha este 25 de noviembre.
