Patronal del Neumático: “el conflicto no ha terminado”

Escribe Jorge Altamira

Un ‘mensaje’ para todos los trabajadores.

Tiempo de lectura: 3 minutos

En el marco de un “ciclo” organizado por Clarín, sobre “desarrollo y democracia”, Javier Madanes Quintanilla, el patrón de Fate y de Aluar, hizo una declaración extraordinaria: “hemos salido teóricamente (del conflicto del Neumático), pero no hemos salido”. Se trata del anuncio de una nueva ofensiva contra los trabajadores organizados en el SUTNA, luego de un conflicto que llevó más de cinco meses y provocó una crisis política. Madanes no está satisfecho con el resultado, a pesar de haber asentido a un convenio laboral junto a las patronales de Pirelli y de Bridgestone. El llamado “conflicto del Neumático”, como lo hemos advertido en estas páginas, tuvo por eje real no el convenio laboral sino el propósito de las patronales y de Madanes de quebrar la organización sindical. Madanes es cabeza de las patronales más asistidas por el Estado –un capitalismo de compadres-. Aluar tiene el monopolio de la producción y exportación de aluminio, cuyo principal insumo -la electricidad- recibe en forma gratuita.

En la “charla” con otros colegas patronales, Madanes desplegó un franco planteo fascista. A diferencia del FMI y sus corresponsales en el país, descree de “un cambio de leyes”, que calificó como “trampa”, porque “las leyes no se cumplen”. No lo satisfaría, por caso, una ‘reforma laboral’, que no sería otra cosa que una ley destinada al fracaso. Abrevando en Milei, para Madanes una “solución” a la “trampa” sería el “cambio cultural”, o sea el lavado de cerebro de los trabajadores. Pero ese lavado de cerebro no podría tener lugar nunca sino con una clase obrera atomizada, o sea, con la liquidación de los sindicatos. Lo hemos expuesto repetidamente desde aquí: para la patronal del Neumático el conflicto no tenía que ver con un convenio, sino con la organización obrera. Con un aumento del precio de las cubiertas del 150 %, las empresas tenían caja para solventar las reivindicaciones del sindicato. Antes que Madanes, advertimos que el convenio firmado es por sobre todo “un compromiso” (ver Altamira Responde https://www.youtube.com/watch?v=ep-xiNWZ4Ks) en el que los trabajadores del Neumático lograron desbaratar la ofensiva política antisindical de las patronales. Lo había anticipado el mismo Madanes: es un conflicto, dijo, por el control del lugar de trabajo.

El propio diario Clarín lo pone de relieve, cuando titula: “Inflación y conflictividad laboral en el debate entre industriales y el Gobierno”. ¡Con una inflación del ciento por ciento, las patronales quieren cesar la ‘conflictividad laboral’! El dueño de la autopartista Taranto aportó una idea de su cosecha: “Hay que sacar a la manzanita que está mala”, destaca Clarin con negrita. Ignacio de Mendiguren, secretario de Industria, que combina explotaciones agrarias con industriales, sólo refutó a sus ‘colegas’: dijo que “Es difícil pensar que hay un tema de conflictividad”. Sergio Massa, sin embargo, había amenazado con abrir la importación de neumáticos en un país que carece de reservas de divisas.

Lo de la ‘manzanita’ podrida es la línea que siguieron los medios cuando machacaban contra “un sindicato de izquierda”, para negar que se desarrollaba un movimiento de conjunto de la clase obrera. Como es conocido, la agenda de la burguesía es liquidar por entero el derecho laboral –semana laboral ilimitada; salarios por productividad personal; despidos sin resarcimiento; alta rotación laboral; clausurar la justicia laboral con el cuento de la “industria del juicio”-. Las patronales presentan este programa como una necesidad ‘existencial’, otro planteo fascista, porque implica la guerra contra la clase obrera con todos los medios disponibles por el Estado.

El coloquio de Clarín traza la agenda de debate del capital. La división tiene que ver con los métodos: ofensiva ‘democrática’ contra los derechos laborales u ofensiva fascista, cuando en realidad la primera es la fase preparatoria de la segunda en caso de una lucha vigorosa, incluso revolucionaria, de los trabajadores. Con los Madanes mediante, la agenda de la guerra da el presente en nuestro país y en toda América Latina.

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