Presupuesto 2023: "Massazo” contra la educación

Escribe Germán Lavini

Tiempo de lectura: 3 minutos

El proyecto de presupuesto 2023 que será tratado este martes en el Congreso ha fijado una poda brutal del presupuesto educativo para el próximo año. Establece un recorte del 15,5 %, lo que representa incluso más del doble que el ajuste general contemplado en el proyecto sobre el conjunto del ´gasto´.

Se trata del presupuesto más bajo en 11 años, sólo comparable al efectuado en 2020 durante la pandemia.

El recorte, a nivel nacional, es de casi $135.000 millones. Los fondos del Ministerio de Educación pasarán de $870.044 millones este año a $735.467 millones el año próximo. Esta poda es aún más grave si se compara respecto a la depreciación por la inflación. Este ajuste duplica el recorte del presupuesto general de la Administración Pública Nacional, del 6,8 %.

El ajuste del 15,5 % que se votará en el Congreso se suma al recorte del 5 % proyectado por el ministerio al cierre de 2022, el recorte de 50.000 millones de pesos en fondos, que dispuso a poco de asumir Sergio Massa como ministro de Economía, que afectaron sobre todo a Conectar Igualdad, el programa de entrega de netbooks a los estudiantes.

Parte importante de dicho presupuesto sostiene a las 61 universidades nacionales, que tendrán 12 % menos de presupuesto asignado, mientras miles de docentes siguen desempeñándose de manera gratuita. Habrá 12 ítems de fondos educativos que deberán ajustarse entre los que estarán Gestión y Asignación de Becas a Estudiantes (35,3 %) y Actividades Centrales (34,6 %).

Significativamente, mientras se poda el presupuesto para la educación y la niñez, el proyecto de marras autoriza el descuento de ganancias del 40 % de las cuotas de los colegios privados. Se trata de un premio a patronales y gerentes y, sin duda, para el clero. En la Argentina de los Larreta y los Kicillof, la educación privada es un ítem de inversión lucrativa a igual título que la inversión inmobiliaria.

La burocracia ´cuestiona´ y deja hacer

El recorte escandaloso que planea el gobierno ha generado pronunciamientos de repudio de los más variados; inclusive Unicef denuncia que se trata de un ensañamiento contra las políticas públicas destinadas a la niñez, ya que esta situación se dará además en un contexto crítico en el que más de la mitad de los chicos son pobres. Según un documento que se presentó esta tarde en la Comisión de Familia, Niñez y Juventudes de la Cámara de Diputados, la iniciativa que envió el Gobierno implica “riesgos de desfinanciamiento significativos para algunas políticas fundamentales para la niñez, como la prestación alimentaria”.

Roberto Baradel, de SUTEBA-CTERA, anticipó que se reunirá con el ministro de Economía, Sergio Massa, y expresó: “No estamos dispuestos a aceptarlo”, y añadió: “Ya lo hemos hablado con el ministro de Educación Jaime Perczyk. El presupuesto de educación no tiene que tener recortes y, es más, tiene que aumentar”. La perorata discursiva ha sido desestimada por la realidad, cuando Baradel ha convalidado todos los ajustes educativos, como el desmantelamiento presupuestario que ya está en marcha y que afecta no sólo a los salarios docentes demolidos por la inflación, sino a las partidas para programas educativos que Massa redujo en un 5 % desde que asumió. Tampoco las CTA, que nuclean a la mayoría de los gremios de la educación y estatales, han convocado a una lucha para frenar el presupuesto de ajuste antiobrero y antieducativo. Está claro que las conducciones entreguistas suscriben el ajuste, es lo que han refrendado en cada palco y en cada acto, ni una palabra contra el ajuste fondomonetarista de los Massa-Fernandez.

Tiremos abajo el presupuesto de ajuste con la movilización

Desde el ministerio que conduce Jaime Perczyk se adelantaron a expresar que trabajan para rectificar la partida asignada por Economía, buscando aplacar el rechazo que se generaliza tras conocerse el borrador.

El gobierno se ha asegurado para ello la mayoría de los votos de la coalición radical-macrista, así como de las bancadas “federales”.

La iniciativa se discutirá el 25 de octubre en una sesión especial, para luego enviarse al Senado donde se aguarda que se convierta en ley antes de la finalización de las sesiones ordinarias.

El despacho que se debatirá en el recinto de sesiones fue firmado por el Frente de Todos, Provincias Unidas y el Interbloque Federal con disidencias parciales, mientras que Juntos por el Cambio pidió unas horas para poder evaluar todos los cambios incluidos.

El jueves 27, se abre paso una autoconvocatoria a parar desde los SUTEBA de Bahía Blanca, Marcos Paz y Tigre, que tiene entre los ejes de convocatoria el aumento salarial y el rechazo al presupuesto. Esto contrasta con la política de apaciguamiento e inmovilismo de CTERA, que no ha sacado siquiera un comunicado, ni pronunciamiento, limitándose a lo sumo a cuestionamientos puramente testimoniales para permitir que avance el programa del gobierno, cuando debería estar realizando un llamamiento a la huelga para que no pase el ajuste contra la educación.

El martes 25, debemos movilizar masivamente y rodear el Congreso, contra el presupuesto de Massa, los Fernández y el FMI.

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