La disolución de la CTA Bahía Blanca

Escribe Emiliano Fabris

Tiempo de lectura: 2 minutos

Las recientes elecciones de la CTA Bahía Blanca coincidieron con las elecciones nacionales de la CTA ‘Autónoma’, que tiene como principal referente al “Cachorro” Godoy. El triunfo fue adjudicado a la Lista 1 “German Abdala”, que conduce ATE, vinculada a Godoy. La conducción saliente, Lista 5 Violeta, liderada por Enrique Gandolfo (Rompiendo Cadenas y Granate del SUTEBA), dirigía la central desde el 2006, luego de la recuperación del SUTEBA Bahía Blanca. La lista Violeta ha denunciado fraude con contundente evidencia de padrones inflados (que agrupan además a varias localidades a kilómetros de distancia, y de personas muertas que participaron de la elección) seguido de una impugnación en el Ministerio de Trabajo, sin resolución hasta el momento. La Junta Electoral provincial y la nacional, sin embargo, ratificaron el triunfo de la lista 1.

También participó una tercera lista, ‘Multicolor’, que integró al FITU, quienes denunciaron a Gandolfo por rechazar una lista de unidad, algo que ya había sucedido en elecciones anteriores. Gandolfo fue pactando una convivencia, a lo largo de los años, con la conducción nacional de la CTA ‘Autónoma’ y luego con sus fracciones. En 2018 se alineó con la extinta CTA de Pablo Micheli, que estaba en proceso de integración con la burocracia de los Yasky y Baradel. El Partido Obrero en aquel entonces participó con lista propia y se retiró en las vísperas de la elección denunciando fraude cometido por la lista de Gandolfo en los padrones de la elección, impugnando la elección en el Ministerio de Trabajo, que tampoco obtuvo una resolución.

Más allá del fraude, la elección de la CTA Bahía se caracterizó por una bajísima participación de sus afiliados: tan solo un 8% del padrón. En las mesas de Bahía, votaron 331 personas para la lista de Gandolfo, 106 para la Multicolor y 292 para la verde de Ate. La Verde de ATE triunfa sumando fraudulentos votos de la zona. La elección no fue tenida en cuenta por los docentes en SUTEBA, que tiene 2000 afiliados, cuando se desarrollan, desde hace meses, paros y movilizaciones masivas. A lo largo de todos sus mandatos, la CTA no realizó plenarios o congreso de bases, tampoco convocó a una huelga propia, de los distintos sindicatos que agrupa. Cuando integramos la directiva de la CTA entre 2014 y 2018, los militantes del PO batallamos sistemáticamente por construir un plenario de bases en oposición a medrar con las fragmentadas y esporádicas ‘acciones’ de la burocracia sindical.

Tras este derrotero, Gandolfo informó al pasar, en la última reunión de delegados de SUTEBA, que la lista 5 había decidido “seguir funcionando como CTA”, es decir, una CTA paralela sin el sello oficial de la CTA ‘Autonoma” que ya es de por sí un gigantesco cascarón vacío, y con sus principales dirigentes enrolados en el gobierno del Frente de Todos. Baradel, por su parte, pretende armar ‘su’ CTA en la ciudad y la zona, con lo cual tendríamos 3 CTA o, lo que es lo mismo, ninguna. El vaciamiento de la CTA no tiene salida. Por abajo debe impulsarse, con plenarios y congresos de bases, una unidad de los trabajadores para luchar y en completa independencia de la burocracia sindical.

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