Sanidad, entre el cierre de las paritarias y el paro que no fue: que se manifieste el desacuerdo

Escribe Soledad Domínguez

Tiempo de lectura: 2 minutos

El martes 1 de noviembre, luego de levantarse el paro de 4 horas, conciliación obligatoria mediante, se cerró el acuerdo correspondiente a la revisión de octubre del sector asistencial del gremio de la Sanidad.

Se cerró la pauta en un 37% en 5 cuotas. Sumado al 59% pactado en mayo, alcanza un 96% anual. Contempla también una cláusula de revisión en febrero 2023. Una primera lectura nos arroja que la directiva del sindicato debió aumentar su propuesta inicial de 21% en tres cuotas con una revisión en febrero. Pero, aunque el acuerdo se haya “mejorado”, los salarios de los trabajadores y trabajadoras siguen quedando por debajo de la canasta familiar, valorizada en 285.000, cuando muy pocas categorías superan los 147.000 necesarios para no ser pobres, según estimación del INDEC.

El paro que no fue

La conciliación obligatoria que acató la conducción de la Celeste y Blanca sirvió para evitar que un masivo paro la desborde y se convierta en una jornada de cortes y movilización de la salud pública de CABA. Esto quedó en evidencia cuando, levantado el paro, la directiva del sindicato convocó a movilizarse sólo a los cuerpos de delegados, por la zona donde se encuentran varios sanatorios (Otamendi, Alemán, Anchorena). Mientras tanto, en los establecimientos se retomaban las tareas y se trabajaba normalmente. Una acción de aparato para hacer un “como si” la conducción estuviera ´luchando´.

El cierre del acuerdo, si bien era muy esperado, no pudo contener el descontento. Desde el 2019, cuando se produce el primer paro de sanidad por la paritaria, la predisposición a la lucha ha crecido y la burocracia intenta por todos los medios contenerla. En este proceso han madurado sectores opositores que han ido tomando posición frente al conflicto, planteando el reclamo de un salario igual a la canasta familiar. El paro que no fue y el posterior cierre de un acuerdo insuficiente, pusieron en evidencia que la burocracia todo el tiempo apuntó a que la medida de fuerza no saliera. La Celeste y Blanca, con Daer a la cabeza de la CGT, están a fondo con el FMI.

En el momento en el que se escribe la nota, se está realizando un paro de profesionales de la salud, arrancado por la enorme lucha de residentes y concurrentes que ha levantado a los sectores de planta de los hospitales. Su reclamo es por la reapertura de paritarias y el pedido de $250.000 de salario inicial, cuando la misma fue cerrada hace un mes y de forma inconsulta. Residentes y concurrentes de sanatorios privados (CEMIC, Hospital Italiano) se están sumando a la lucha. La predisposición a la lucha en sanidad no está cerrada, es necesario que se manifieste el desacuerdo con el aumento conseguido, tomemos en nuestras manos el reclamo de un salario de $250.000 que levantan los trabajadores de los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires.

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