Chile: En Starbucks las y los trabajadores rechazamos la "suspensión" de nuestros salarios

Escribe Ricardo Vásquez - Secretario Sindicato Starbucks

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El pasado jueves 2 de abril, ALSEA - multinacional de operadora de Starbucks y Burger King en Chile, Latinoamérica y varios países europeos - notificó por vía telefónica a más de 1.600 trabajadores y trabajadoras que procederían a suspender temporalmente el pago de los salarios para el mes de abril en un 90% y que pagaría el 10% como “muestra de compromiso”.

Amparándose en las facultades que les ha entregado a los empresarios la ley de Piñera para suspender contratos laborales y la obligación de pagar salarios mientras dure la pandemia por el coronavirus, las patronales de Starbucks y Burger King, se adelantaron incluso a la aplicación de la ley para dejar caer los costos de la crisis a sus trabajadores, sin notificación ni mediación alguna con la organización sindical.

¿Una empresa sin posibilidad de pagar salarios?

La operadora ALSEA, de origen mexicano, es una de las más grandes operadoras en el mundo de cafeterías, comidas rápidas y restaurantes. A fines del 2019 Alberto Torrado, presidente ejecutivo de la compañía señalaba que “nuestro enfoque en la excelencia operativa y la fortaleza de nuestras marcas, nos han permitido lograr sólidos resultados. Durante el trimestre logramos un crecimiento de 6.3% en ventas mismas tiendas y un margen EBITDA de 13.4%”, esto en términos generales de sus operaciones en el mundo. En el caso puntual del desempeño de ALSEA en América Latina, Argentina fue la única excepción, para un cuadro totalmente positivo en la región con ventas sobre los 4 mil millones en el tercer trimestre 2019.

En informes de la empresa, para Chile destacan “El buen desempeño de la operación en Chile, se alcanzó un crecimiento superior a un dígito medio en ventas mismas tiendas”. En esta línea durante el 2019, desde el Sindicato Starbucks en medio de su negociación colectiva, desnudaba los verdaderos beneficios y la salud financiera de una empresa que en Chile sobresale con rentabilidades que sobre pasaban por lejos el promedio en la región, y que supera incluso a las mismas AFP.

La crisis la pagan las y los trabajadores

El escenario financiero de Starbucks, y ALSEA remarcan que, en medio de una debacle económica mundial provocada por el coronavirus, incluso los capitalistas más “exitosos”, buscan con el amparo de los gobiernos y sus leyes de desprotección al empleo traspasar los costos de la crisis económica y sanitaria a las masas laboriosas. La ley de protección al empleo de Piñera que faculta a los empresarios a suspender las relaciones laborales es un robo a los ahorros de cesantía de los trabajadores administradas por la AFC (Administradora de fondos de Cesantía) que operan con nuestros ahorros en el mercado especulativo, con el mismo sistema de AFP, y administradas por éstas mismas también - como si no bastara la usura -. Así, gobierno y patronales empujan al pueblo a costear sus salarios a expensas de sus propios ahorros.

Por otra parte, la negación sistemática del Gobierno y la resistencia patronal a decretar una cuarentena nacional efectiva, y las insuficientes medidas resguardar la salud en los lugares de trabajo, se extienden y profundizan. ALSEA, a una semana de comenzar la crisis sanitaria, mantenía aun tiendas sin ningún insumo mínimo para la seguridad de sus trabajadores, constatando que incluso en numerosas tiendas, no llegaron o llegaron el ultimo día de operaciones normales de la compañía. La Pandemia ha puesto además de relieve la contradicción mundial entre el capital que busca mantener sus ganancias en medio de la crisis y la salud de las masas, donde los distintos gobiernos de los países imperialistas desde Trump, Putin a Xi Jinping, no han dudado en incluir a la guerra comercial, la batalla por control farmacéutico y de equipamiento médico para enfrentar la pandemia, aumentado la hostilidad y la extensión de las guerras bélicas.

A defender nuestros salarios y nuestra salud

Las direcciones sindicales de la CUT, y la burocracia parlamentaria asociada ante la arremetida del Gobierno en pro de la ganancia capitalista, han salido a apoyar la ley de Piñera al no tener “otra iniciativa distinta en la materia” como expresaba Camila Vallejos en la votación parlamentaria. La burocracia sindical, no ha hecho ningún esfuerzo por revertir las miserables condiciones a la que millones de trabajadores serán arrastrados, en un escenario de extensión masiva del desempleo y la miseria social.

Más que nunca debemos defender la organización sindical, la deliberación y la unidad de los sindicatos de Starbucks y los sindicatos de las comidas rápidas, como también su organización política y ramal. La juventud trabajadora de las comidas rápidas con sus sindicatos debe levantarse como un gran factor de lucha para defender nuestros salarios y nuestros puestos de trabajo, echar abajo a las burocracias que se alinean con los gobiernos mientras la crisis sanitaria y económica se profundiza y extender a todo el sindicalismo la necesidad de un programa alternativo de las y los trabajadores, que debe ser organizado en cada asamblea de base y terminar en un congreso sindical para votar un plan de lucha para enfrentar la ofensiva empresarial y de sus gobiernos hambreadores.

Vamos por un gran impuesto a los capitalistas para que sean ellos quienes costeen los costos de la crisis, por el pago íntegro de nuestros salarios por la patronal de ALSEA y una cuarentena nacional efectiva, por la prohibición de los despidos en todo el territorio, implementación efectiva de protocolos de higiene y seguridad discutido por los mismos trabajadores y con financiamiento total de empresarios, test masivos para detección temprana y preventiva, suspensión total del pago de servicios básicos, por la organización de comités internos de trabajadores para enfrentar la crisis, por un congreso de bases de los sindicatos, la juventud y el movimiento obrero para derrotar a Piñera, y que la crisis la paguen los capitalistas.

Huelga General, Fuera Piñera, y Asamblea Constituyente libre, Soberana y con Poder.

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