Escribe Elena Florín
La ´reconversión de la matriz productiva´ en la provincia.
Tiempo de lectura: 3 minutos
Río Negro ha pasado a concentrar el interés de los grandes intereses capitalistas mineros y energéticos.
La gobernadora Arabela Carreras ha definido a la actividad minera e hidrocarburífera como “actividad clave” para la provincia. Ya no es la provincia de la producción de manzanas y peras por antonomasia. La industria frutícola está en decadencia por dos razones fundamentales: la guerra comercial y la contaminación por hidrocarburos.
La extracción de oro, plata, uranio, platino, mercurio, cobre, hierro, plomo, estaño, zinc, níquel, aluminio, litio y la extracción y transporte de hidrocarburos se han convertido en la fuente de recursos para hacer frente a la crisis de deuda y financiar el ajuste impuesto por el acuerdo con el FMI.
El “arraigo en la población local y el consenso social” que el gobierno provincial plantea como requisito para avanzar en la actividad no aparece. Sí, en cambio, la militarización de Bariloche y aledaños, mientras los proyectos mineros avanzan.
Por ejemplo, Calcatreu es un depósito de oro y plata que se descubrió en 1997. Desde mayo de 1998 en Lipetrén se viene desarrollando el proyecto cerca de Jacobacci que muestra una importante reactivación desde hace pocos meses, luego de adquirir sus activos la empresa Patagonia Gold.
La activación de Calcatreu fue posible por la derogación de la “ley anticianuro”, que prohibía el uso de mercurio y cianuro para la extracción, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos (oro y plata). El 29 de diciembre del 2011, cuando el flamante gobierno de Carlos Soria (PJ) no había cumplido todavía tres semanas en el poder, la Legislatura derogó la ley 3.981 que se había aprobado durante la gestión de Miguel Saiz, en el 2005. La Asamblea en Defensa del Agua denuncia “la re activación de Calcatreu, vuelve a poner en alerta a una comunidad que lleva años resistiendo este mega proyecto de extracción a cielo abierto, con uso de cianuro y enormes cantidades de agua”.
Otro proyecto repudiado por la población es Amarillo Grande, que produciría uranio a bajo costo y a corto plazo cerca de Valcheta, básicamente para la producción de uranio enriquecido. Ocupa 250.000 hectáreas, superficie inédita en Argentina. La minera de capitales canadienses Blue Sky anunció que retoma su programa de perforación reimpulsado por los resultados que obtuvieron en la anterior ronda de perforaciones. Además, en la zona se logró identificar la presencia de vanadio, otro mineral que es utilizado en la industria del acero.
La minera china Hanaq, con su filial argentina que produce el litio en el norte del país, también obtuvo permisos en los últimos meses, para explorar en unas 10.700 hectáreas en jurisdicción cercana a Sierra Grande.
Los permisos para cateos y exploración minera se multiplican y generalmente se dan a empresas extranjeras. Por otro lado se aceleró la entrega de permisos a partir de la ley de rezonificación en Chubut aprobada en diciembre pasado.
Otros dos grandes proyectos en Río Negro son el de la producción de Hidrógeno Verde y la construcción del oleoducto que transportaría hidrocarburos desde Vaca Muerta a Punta Colorada en el Golfo de San Matías.
El rechazo de pobladores y ambientalistas a la megaminería obedece a poderosas razones, entre las que figuran, sobre todo, el uso de la escasa agua en la región (recientemente se declaró la emergencia hídrica) y su inexorable contaminación, la destrucción del ecosistema patagónico, en particular del golfo de San Matías, el desplazamiento de las comunidades mapuche, los accidentes de derrame de hidrocarburos, entre otros.
El avance minero en Río Negro, auspiciado por el gobierno nacional y provincial y rechazado por la población requirió de la derogación de leyes protectivas del medio ambiente sancionadas años atrás. En estos intereses se asienta la ´representatividad´ del gobierno provincial, un experimento llamado “Juntos Somos Rio Negro”, que en el Congreso oficia de aliado del oficialismo de turno.
El capitalismo en su decadencia arrasa con la naturaleza y la humanidad.