Cordón de San Lorenzo

Nuevos paros en la química Synthon

Escribe Roberto Vila

Tiempo de lectura: 3 minutos

El 24 y 25 de noviembre se realizará una nueva medida de fuerza, luego de la iniciada en septiembre. Habrá paro y bloqueos de vehículos en los portones. El “quite de colaboración” en una de las plantas llevó a detener durante varios turnos la producción por falta de personal y en otros casos a disminuir la producción a la mitad. La participación de los compañeros afiliados en los bloqueos es altísima, lo que impulsa la continuidad y una eventual profundización que ya se está discutiendo en la base, producto de la realización de tareas operativas por parte de supervisores durante el paro de 48 horas de la semana pasada. Los reclamos se centran en la corrección de la fórmula de liquidación de vacaciones y en el correcto uso y pago de los francos compensatorios. Pero no son los únicos. Más de la mitad de los trabajadores de la planta se encuentran tercerizados, contratados temporalmente o “fuera de convenio”, pero el reclamo de encuadramiento a convenio de tercerizados fue descartado por la propia directiva del sindicato “para darle prioridad a los reclamos de los efectivos”.

Está en juego también la mantención de los “aumentos cuatrimestrales por inflación” una especie de cláusula gatillo que lleva otorgándose desde hace más de 15 años y que la empresa se niega a reconocer formalmente. La propuesta entreguista de la directiva fue que “si hay mucha inflación se desactive la cláusula gatillo”.

Una novedad en este conflicto son las conciliaciones. En principio se aceptó la conciliación obligatoria del ministerio de la provincia, pero luego, sin consulta de la base y sin que haya habido siquiera un avance mínimo que pudiera justificarlo, la directiva firmó las conciliaciones voluntarias. Es importante el hecho que la patronal venia rechazando todos los reclamos y que la dilatación de la conciliación hasta la “liberación de partes” coincidió con la finalización de un producto nuevo en una de las plantas, que la empresa estaba apurada para terminar. Es decir, la conciliación voluntaria fue un salvavidas para la empresa. Ahora que la empresa se encuentra con otro apuro, el de terminar el plan de producción antes de la parada anual de enero, la directiva ya informó que convocará a “sus contactos” del ministerio de la nación para una nueva conciliación obligatoria, obviamente por si le hiciera falta a la patronal levantar la medida.

Mientras tanto la empresa ya otorgó las vacaciones obligatoriamente a casi todo el personal en enero, cuando se lleve adelante la parada anual de mantenimiento. Dilatar el conflicto sin resolución hasta febrero haría ahorrar a la empresa el pago de las vacaciones reclamadas que, según el cálculo de los delegados, superaría los 180 mil pesos por trabajador. La incorporación de ese monto al retroactivo reclamado sería una estafa porque eliminaría el retroactivo de las vacaciones enero 2020, según los dos años reclamados por el sindicato.

Durante la conciliación, la empresa no sólo rechazó todos los reclamos, sino que además avanzó con las limitaciones al otorgamiento de los francos compensatorios. La directiva del sindicato y comisión interna habían firmado en julio de 2022 la limitación del otorgamiento de los francos compensatorios a un máximo diario del 50% del plantel de cada sector, a propuesta de la propia directiva y con los fines de garantizar la producción y evitar un conflicto. No sólo que no se evitó el conflicto, sino que se profundizó porque la empresa vio la veta para avanzar hasta limitarlo unilateralmente en 25% diario y en algunos casos al 20% de la plantilla. Es decir que, a pesar de estar realizándose enorme cantidad de horas extras para mantener las dotaciones mínimas acordadas, los compañeros que hacen el esfuerzo acumulan una enorme cantidad de francos compensatorios que nunca podrán gozar.

A pesar de todas las maniobras de entrega de la lucha por parte de la comisión directiva, la asistencia a los bloqueos es muy numerosa, por lo que la patronal no se ha animado a avanzar más profundamente y no podido quebrar el conflicto. La discusión abierta de todos estos puntos es fundamental para clarificar posiciones y enfrentar las maniobras con un solo puño. La profundización de la medida para evitar el carnereaje de supervisores debe ser discutido con minuciosidad antes de implementarla y el rechazo a una nueva conciliación obligatoria sobre el mismo conflicto será fundamental para desenredar definitivamente las maniobras y quebrar a la patronal.

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