Elecciones en el Hospital Moyano: pusimos en pie una tribuna de lucha

Escribe Silvia Allocati

Tiempo de lectura: 2 minutos

Las elecciones de la Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital Moyano (AGIHM) se celebraron el pasado jueves 24 con la participación de casi 150 afiliados. Habían sido pospuestas por la pandemia. Se presentaron dos listas. La lista multicolor integrada por el MST y sectores K, que obtuvo 70% de los votos; y la lista Naranja-Blanca, integrada por compañeras de Política Obrera e independientes, que obtuvo el 30% y tres secretarías. En la elección pasada, el resultado había sido 80-20. Para nuestra agrupación, se trata de un progreso.

Porque además, en la diferencia está contenido un fraude, que nuestra lista denunció en la junta electoral -avasallada por la lista oficial- que es la participación de una veintena de jubilados que se encontraban fuera de término según el estatuto de AGHIM. Nada que envidiarle a Cavallieri, que en el gremio comercio que le gana a la burocracia rival de la misma forma.

La elección plasmó dos planteos divergentes. En la asamblea ordinaria de memoria y balance previa a la elección se presentaron dos balances, preludio de la elección. La Naranja-Blanca, desde la secretaría gremial, pasó revista de un innumerable recuento de procesos de organización y lucha que dan prueba de una intensa actividad de AGHIM que no estaban considerados en la que presentó la multicolor como secretaria general. Esta diferencia de balance pretendía ocultar una perspectiva y práctica distintas.

Así como hemos mantenido una política de frente único con la lista multicolor en la comisión directiva, desde la Naranja-Blanca hemos seguido esa línea con el conjunto de los sindicatos del hospital por causas diversas, como la lucha por las vacunas contra el Covid para usuarias y trabajadores, salario, elementos de protección, contra la violencia hacia la mujer, por la defensa del hospital – y contra los planes de achique del Gobierno de la Ciudad que una y otra vez fueron derrotados.

El escatimado balance de la lista Multicolor responde a su orientación. El MST ha intentado limitar la acción de AGIHM al desarrollo sindical y político de su propio grupo. Como parte del FIT U, ha utilizado la bandera de la asociación como botín de guerra para su interna hacia las elecciones de octubre 2023 de la Ciudad.

Ante la campaña de la Naranja-Blanca, el MST-K (multicolor) improvisó la acusación de que nuestra lista había apoyado el cierre de un servicio en el hospital. La mentira tiene patas cortas: hemos sido protagonistas de aquella lucha -a pesar de los aprietes, incluso contra quien escribe-, de la que el gobierno salió derrotado.

En el tramo final de la campaña la multicolor profundizó su línea de difamaciones y calumnias, ya no con la lista naranja blanca como agrupación, sino sobre sus integrantes. La ´autoconstrucción´ se complementa con el faccionalismo, método ajeno a la democracia obrera.

El trabajo de construcción de estos años de la Naranja-Blanca ha sido impulsar la coordinación con todo el activismo del hospital del conjunto de los gremios y desarrollar AGIHM como una herramienta de lucha para la etapa que viene, más crítica aún que la actual.

La Naranja Blanca se desarrolló en servicio social, en médicos y fue la única con desarrollo en enfermería. En estos años de pandemia, creció un ejercicio de militancia colectiva basado en la caracterización de cada momento, la elaboración de un programa de lucha y la puesta en práctica a través de la acción directa en solidaridad con otros hospitales, como el Borda, el Tobar García y el Garrahan.

En el contexto de una huelga nacional de salud, sin dudas la naranja blanca ha sido parte de su construcción. Ha quedado en pie una tribuna de lucha en el hospital Moyano que será puesta al servicio de la huelga general y la lucha por una salud pública, gratuita y de calidad para las y los trabajadores.

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