Megaflex: paro y acampe por la reincorporación de los despedidos

Escribe Bárbara Carrillo

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Después de dos semanas de paro y acampe en la puerta de la fábrica, los trabajadores de Megaflex vuelven a las medidas de lucha con un paro total. La medida se votó en asamblea, a partir de que la empresa desconoció la conciliación obligatoria firmada en el Ministerio de Trabajo de la Nación el pasado viernes 25 de noviembre. La misma, dictaminó que por 15 días, la patronal tenía que retrotraer los 16 despidos, y que los trabajadores a su vez, depongan las medidas de lucha. Pero al presentarse el lunes a trabajar, los despedidos se encontraron con la noticia, acta mediante, por la cuál la empresa les negaba el ingreso. Al mismo tiempo, los trabajadores que fueron al paro, se encontraron con la noticia de que iban a ser descontadas las horas por las medidas de lucha. Es decir, la multinacional francesa Saint Gobain está totalmente jugada a despedir a los 16 trabajadores y avanzar contra las condiciones de trabajo del conjunto de la fábrica.

El conflicto, que arrancó el 11 de noviembre en la planta del parque industrial de Almirante Brown, contó con la solidaridad de organizaciones sociales, de otras comisiones internas y de gremios combativos como el Sutna. El sindicato de trabajadores químicos y petroquímicos (SPIQyP) se encuentra intervenido, pero el próximo 15 de diciembre, se realizarán las elecciones del gremio, para las cuales habrá una lista única, encabezada por Facundo Aveiro. La agrupación 28 de enero que dirige Aveiro, respaldó el conflicto pidiendo a través de comunicados a los trabajadores que se acerquen tanto a la planta de Burzaco, como a las audiencias en el ministerio de trabajo. Pero éstas convocatorias quedaron libradas a la buena voluntad de cada trabajador de manera individual. La misma agrupación, venía de convocar a un plenario de trabajadores del gremio, ante el pedido de modificación del día del trabajador químico y petroquímico, la cuál votó una movilización al ministerio de trabajo. Este pedido, fue rechazado por la cámara empresarial (CIQYP) que además se negó a pagar las horas trabajadas ese día al 400 por ciento, como marca el convenio, pagándolas solo al 100. La misma cámara empresarial, a pesar de reconocer a través de un informe oficial que tuvieron un incremento en ventas y en exportaciones con un interanual de entre un 10 y un 26 por ciento, terminó imponiendo en las paritarias un 63 por ciento en cuotas, con una revisión en diciembre.

Las patronales, están dispuestas a avanzar contra el salario, pero también contra las condiciones de trabajo, llevando la sobre explotación al máximo y reformando el régimen laboral. Para lograr ese objetivo, se deben sacar de encima a los trabajadores sobre los cuales pesa en su salud año, tras año de jornadas extenuantes y manipulando material altamente contaminante. La deliberación entre los trabajadores del gremio debe ser total. Si la patronal de Megaflex avanza, será un elemento ejemplificador para todas las patronales que quieren avasallar derechos conquistados. Por ésta razón, el paro total votado en asamblea, tiene que contar con todo el apoyo del conjunto de los trabajadores. Las autoconvocatorias de las comisiones internas combativas como las de Megaflex, deben confluir en un congreso, que derrote a las patronales a través de una huelga general.

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