El cierre de la paritaria de la UOM

Escribe Pablo Busch

Tiempo de lectura: 2 minutos

El cierre de la paritaria de la UOM se dio en los términos de las revisiones paritarias que se vienen firmando: a los 65 puntos firmados primero por Caló y luego por Furlán, se le suma un 45% en cuatro cuotas hasta marzo de 2023. El aumento acumulado llega a 110% anual. El bono de fin de año que se reclamaba, según declaró el propio Furlán, quedó para la revisión final de marzo, a la espera de un bono que anunciará el gobierno.

Porca miseria

El acuerdo del 110% regirá para las empresas metalúrgicas agrupadas en las cámaras empresarias ADIMRA, CAMIMA, AFAC y AFARTE -que agrupan a la gran mayoría de los metalúrgicos- mientras que a última hora se esperaba que la cámara empresaria CAIAMA firme también. El sector estratégico de las siderúrgicas quedó por ahora afuera del acuerdo de revisión –las negociaciones están en un cuarto intermedio. La paritaria de este sector, de salarios más altos, está cruzado completamente por el impuesto a las Ganancias, que confisca de movida buena parte de cualquier aumento salarial. A pesar de que el Secretario General, Abel Furlán, proviene de Siderca, no ha planteado ningún reclamo respecto de Ganancias, y se limita a acompañar el proyecto testimonial del bancario Palazzo.

El acuerdo consiste en tres aumentos de 11% en diciembre, enero, febrero y uno de 12% en el mes de marzo de 2023. El jornal básico del operario inicial llegará entonces a 117 mil pesos en marzo del próximo año. Varias de las categorías más bajas del escalafón cobrarán tan sólo el Ingreso Mínimo de Referencia, un adefesio creado entre Caló y las empresas para liquidar el escalafón -que en marzo no llegará a los 140 mil pesos brutos. Cómo se ve, detrás de los porcentajes en apariencia impactantes, el acuerdo deja al salario metalúrgico en la miseria.

Más allá de algunas diferencias, Furlán ha replicado en esta paritaria los mismos métodos históricos de Antonio Caló: firmó una paritaria que deja el salario metalúrgico por debajo de la línea de pobreza. Le huyó como a la peste llevar adelante cualquier medida de lucha que permita la entrada en acción de los trabajadores en las fábricas. Los miles de trabajadores metalúrgicos han sido convidados de piedra de su propia discusión salarial.

El programa de Furlán

Es poco conocido que el cierre de la paritaria trajo aparejado otra propuesta-acuerdo, que es el que le han presentado Furlán y la Cámara Empresaria Adimra al gobernador Kicillof, en el marco de un acto común la semana pasada. El documento incluye "propuestas de articulación e incentivo a la industria metalúrgica, el incentivo a la producción y la investigación; una gestión más dinámica de trámites; el impulso a los parques industriales; y la inserción internacional destinada a incrementar las exportaciones."

Furlán ha colocado a la UOM como lobbysta de los reclamos de la patronal: subsidios, investigación pública en beneficio del lucro privado, beneficios impositivos e incluso la colocación internacional de los productos metalúrgicos. Los salarios de pobreza que firmó para los metalúrgicos, entonces, deben ser comprendidos como parte de un programa político integral de defensa de las industrias -en detrimento de la clase obrera. En esto consiste la política de apoyo al gobierno del Frente de Todos de parte de la nueva conducción de la UOM.

En oposición a este programa antisalarial y a estos métodos, es que han surgido las autoconvocatorias y huelgas indefinidas en distintos gremios. El metalúrgico no será la excepción.

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