Escriben Olga Céspedes y Bruno Díaz
Impulsemos la lucha por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar.
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Armando Cavalieri, el eterno secretario general del gremio mercantil porteño (SEC), acordó con las cámaras patronales el ya tradicional bono de fin de año. Será sólo para los empleados de cuatro cadenas de supermercados -Carrefour, Coto, Changomas y Dia %- y se pagará en órdenes de compra por el valor de 30 mil pesos a cobrar hasta el 31 de diciembre. Pretende cerrar de este modo la paritaria 2022 hasta marzo, apaciguando los ánimos allí donde hay mayor concentración de obreros y poder de organización y lucha, discriminando a miles y miles de mercantiles de todos los sectores – incluyendo las demás cadenas de supermercados.
Cobrada este mes la última cuota del 59% del acuerdo anual 2022 con vencimiento en marzo, Cavalieri ha dejado pasar el tiempo para iniciar en sus términos la negociación 2023 en los primeros días de enero. La próxima fecha de cobro no tendrá ningún aumento, un ´reembolso´ a las patronales con las que podrán costear el bono de marras, sin pagar las cargas sociales correspondientes.
Por otra parte, el medio aguinaldo se cobrará en sumas idénticas a las de julio ya que las sumas incorporadas por el acuerdo paritario son ´no remunerativas´. Significa un robo de 25 mil pesos en nuestro aguinaldo. Las condiciones de vida de los mercantiles se agravan mes a mes al ritmo de las infinitas cuotas de la paritaria y somos así empujados a las dobles jornadas de trabajo y al pluriempleo.
El bono ha sido tomado como una provocación por los trabajadores. La “gift card” para comprar productos en las cadenas del propio patrón no cubren las pérdidas salariales de este mes y para las grandes cadenas el ´gasto´ de este bono significa apenas el 30% del valor real del monto. En algunas seccionales, como en Santa Fe, la propia burocracia lo ha rechazado exigiendo uno de 50 mil pesos – unas monedas más.
Una vez más el silencio cómplice de la otra pata de la burocracia que sostiene a las patronales, la de Ramón Muerza, abona a la consagración de una nueva estafa. Muerza fue derrotado sin problema por Cavalieri, porque no tiene apoyo de los trabajadores, sino que espera el apoyo de las patronales, que por ahora se sienten muy cómodas con el octogenario "Gitano".
El pasado 1 de diciembre, Cavalieri reunió una “multitud” en el salón de actos de la Federación de Empleados de Comercio y Servicios (Feacys), en oportunidad de un partido de Argentina en el mundial de Qatar. Allí hizo un llamado a “la unidad de los mercantiles y los argentinos” (Cronista, 1/12). Es decir, un llamado al apaciguamiento mientras el gobierno avanza con los tarifazos en los servicios, recorta las asignaciones sociales y ajusta en salud y educación con la receta del Frente de Todos, la oposición de Juntos por el Cambio y el FMI.
El bono trucho, como las infinitas cuotas, son aspirinas. El propósito de la burocracia es llegar hasta marzo y patear hasta octubre ya con la nueva paritaria, en sintonía con los planteos de Massa y la CGT. Significa condenar a los mercantiles a una pobreza estructural.
Planteamos la necesidad de discutir sector por sector de forma autoconvocada, en asambleas, plenarios y reuniones, el aumento del 100% al básico de nuestro salario para recuperar parte de lo perdido y poner el salario a tiro de la defensa de un mínimo igual al costo de la canasta familiar, hoy en 300.000 pesos para una familia que paga alquiler. Un bono para todas y todos los mercantiles.