Paro en Fate y Bridgestone

Escribe Lucas Benvenuto

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El domingo pasado, los trabajadores de las plantas de FATE y Bridgestone definieron un paro desde el turno mañana de ese mismo día hasta el inicio del turno mañana del lunes, con el objetivo de poder ver y luego salir a festejar el resultado de la final del Mundial junto con sus familias. El ‘famoso’ trabajo de fin de semana entró en crisis.

Las patronales de Bridgestone y FATE pretendían que los trabajadores desarrollen sus tareas hasta las 10:00 hs de la mañana del turno mañana y luego los trabajadores del turno tarde se reincorporen a las 18:00 hs, a sabiendas que si Argentina ganaba todos iban a querer salir a festejar. Esta “flexibilidad” en el ingreso a las plantas se aplicaría con descuentos sobre los recibos de sueldo correspondiente a las horas no trabajadas. En Pirelli, la patronal informó que el turno mañana se podía retirar a las 11, mientras que el turno tarde “tendrá la jornada paga completa si Argentina sale campeón. Caso contrario, el ingreso está estipulado a las 18:00 hs y el turno noche, tampoco debería cumplir tareas si Argentina logra la copa. Caso contrario, los trabajadores del turno noche deberían ingresar a las 22:00 hs”. En Bridgestone el paro fue total.

El fútbol metió la cola en la lucha de clases. Madanes Quintanilla (dueño de FATE) y los miembros del directorio japonés de Bridgestone (eliminados por penales en los octavos de final frente a Croacia) formaron un frente único “sin fronteras”: el derecho al goce de celebrar la final del Mundial es solo un atributo de los capitalistas. La embestida de las empresas fue desbaratada mediante las acciones de los trabajadores, que permitieron disfrutar del partido, y luego salir a festejar con sus familias.

El régimen de trabajo americano, continuo, es una cuestión estratégica para las patronales del Neumático. Madanes Quintanilla había declarado que “sin la posibilidad de lograr la eficiencia de ese proceso continuo de producción, la empresa se vuelve menos competitiva, queda en una situación vulnerable frente a los competidores externos, a merced de necesitar una eventual protección del Estado y por supuesto que el consumidor debe pagar mucho más por el producto”.

El telón de fondo de estas medidas tomadas por las patronales es el intento de flexibilizar las condiciones laborales, cambiando el régimen de trabajo en determinados sectores de las plantas lo que da a lugar a mayores ritmos y en consecuencia mayor exposición a accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo. La carga de trabajo pesado, con presencia de químicos, bajo un sistema de turnos rotativos de trabajo continuo, convierte a la industria del Neumático en “una picadora de carne”, una fábrica de trabajadores rotos. Los trabajadores tienen que someterse a una jornada semanal de 56 horas para compensar los básicos de hambre que pagan las patronales. Está planteada la lucha por el reconocimiento de la insalubridad del trabajo en el Neumático y en consecuencia la reducción de la jornada de trabajo a 6 horas, sin afectar el salario, y la jubilación anticipada.

Las persecuciones laborales por parte de los supervisores tomaron mayor relevancia durante todo diciembre cuando a varios trabajadores les “rebotaron” los certificados médicos desencadenándose despidos en particular en la planta de Bridgestone.

Las patronales han retomado su embestida contra los trabajadores luego de la lucha por la defensa del salario y las horas del fin de semana al 200%, que duró 5 meses. Hasta el momento, el SUTNA no ha convocado a asambleas para organizar una respuesta de conjunto.

La próxima contienda se juega el miércoles, a las 11 hs, en el Ministerio de Trabajo de Alem, cuando los trabajadores de las tres plantas del Neumático se movilicen por la reincorporación de los compañeros despedidos y para poner fin a las persecuciones dentro de las fábricas.

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