Escribe Alejandra del Castillo
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El pasado 16 de diciembre se realizó en Tucumán la XIII “Marcha del Orgullo”, independiente del Estado, impulsada por la Mesa de Orgullo y Lucha.
Una ruidosa columna de 4.000 personas aproximadamente se abrió paso con el lema: Basta de Ajuste, Por trabajo, salud, educación y viviendas para LGBTIQNB+. Entre las consignas también se denunció el retroceso de derechos en el contexto internacional de la guerra imperialista y el avance del fascismo de la mano de los Bolsonaro, Trump y Meloni. "Esta disputa armada tiene por un lado un imperialismo local (Rusia) y por el otro un imperialismo global (la OTAN y EE. UU.), mientras los muertos se cuentan siempre en la clase trabajadora y el principal botín son siempre mujeres, niñes y la comunidad LGBTIQNB+" (fragmento del documento).
Otro de los aspectos contenidos en el documento fue la denuncia del ajuste a la medida del FMI y el mayor ataque que se espera con el presupuesto 2023, aprobado por el oficialismo y la oposición. El cupo laboral trans, el acceso a la salud integral, a la educación y a una vivienda digna quedan en promesas, mientras la pobreza y la miseria avanzan sobre la mayoría de la población.
En el escenario provincial, la comunidad LGBTIQNB+ es usada como caballito de campaña por funcionarios y punteros de toda calaña, que buscan la foto, haciendo alarde de leyes que no se cumplen y de secretarías de mujer, género y diversidad que son cascarones vacíos sin presupuesto. El Estado provincial y sus instituciones son cómplices, por acción o inacción, de la impunidad. En los casos de transfemicidios y travesticidios, la justicia no lleva adelante las investigaciones y permite que los asesinos gocen de libertad o se fuguen.
Esta XIII Marcha del Orgullo independiente es el resultado de una importante lucha política. En Tucumán, a diferencia de otras provincias, las marchas del orgullo tenían un carácter independiente y autogestionado. La pandemia fue el primer punto de delimitación con los sectores vinculados al peronismo y el kirchnerismo. Decidieron no marchar en el 2020 en nombre de cuidar la salud de las compañeras trans. En un momento donde empeoraban las condiciones de vida del colectivo, el sector que luego conformaría la mesa de orgullo y lucha decidió sostener la marcha. Al año siguiente quienes no habían marchado decidieron expulsar a quienes habían marchado en la pandemia y defendieron en las discusiones en 2021 la independencia política y el rechazo a la participación de los dueños de boliches. Como resultado de esa lucha política se puso en pie la mesa que agrupa a importantes activistas del colectivo y organizaciones como Política Obrera y la Darío Santillán Corriente Plurinacional, que han estado presentes en la lucha de familiares de víctimas, del movimiento de mujeres y las luchas docentes y de la salud. El MST, que se había retirado de la mesa sosteniendo una posición faccional contra Política Obrera, se volvió a reintegrar luego de fracasar su tentativa de fracturar la Mesa arrastrando a los activistas para sumarse a la marcha del orgullo oficial que se realizó semanas antes.
Esta expresión de lucha independiente es fundamental en el escenario de crisis del régimen político y quebranto de las instituciones y de la necesaria respuesta que la clase obrera debe preparar para enfrentar el ajuste e imponer una salida obrera y socialista a la crisis. En ese sentido, desde la Mesa de Orgullo y Lucha se hizo un llamado a la comunidad LGBTIQNB+ a luchar junto a la clase obrera, de la cual forma parte, en contra del ajuste e ir por todos los reclamos.