Tucumán: la lucha y los desafíos de la Coordinadora de Limoneros Autoconvocados

Escribe Daniel Blanco

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Este año, el reclamo del intercosecha volvió a plantearse como una cuestión crucial para los cosecheros. Tanto el gobierno como el interventor de UATRE, Germán Ferrari, que responde al nuevo secretario general de la UATRE nacional, José Voytenco, buscaron por todos los medios mantener el tema bajo control, tanto del padrón de beneficiarioS como de la aceptación pasiva del monto, el equivalente a un plan Potenciar Trabajo y el periodo de vigencia del mismo, diciembre, enero, febrero.

Solo la Coordinadora de Limoneros Autoconvocados, como ocurrió el año pasado, irrumpió en la escena presentando un programa de reivindicaciones (subsidio intercosecha de 60.000 indexado mensualmente de acuerdo a la inflación, pago de las deudas por las malas liquidaciones de fin de temporada, obra social todo el año, remedios gratis, reincorporación de delegados y luchadores); ante la falta de respuesta, dio inicio a un plan de acción que debió superar diversas dificultades, en especial, por la migración de una parte de los delegados a actividades de cosechas en otras provincias y, en otros casos, a trabajos precarios en la provincia que en muchos casos les ocupaban la mayor parte del día.

A pesar de todas estas dificultades, a fuerza de cortes de rutas, se obligó nuevamente al gobierno a tener que recibir a delegaciones de la Coordinadora y a reconocer un padrón de cosecheros registrados y en negro elaborado por la Coordinadora. El año pasado se había logrado reconocer a 200 cosecheros que estaban fuera de padrón, esta vez se arrancó el reconocimiento de 750 cosecheros, de los cuales 300 están registrados e incluidos en el padrón general y van a recibir el subsidio con fondos nacionales y el resto son cosecheros en negro, de cuyo subsidio se hace cargo la provincia.

En los últimos 15 días sacaron del padrón, en el marco de la lucha interburocrática por la conducción nacional de la UATRE, a modo de represalia, a 1.500 cosecheros de la zona de Monteros, entre los cuales estaban incluidos sectores vinculados a la Coordinadora. Esto dio lugar al emplazamiento al gobierno para que en 24 horas asegurara que todos los cosecheros de Monteros excluidos fueran restablecidos, bajo la advertencia de un corte de la ruta 38 por tiempo indefinido. El gobierno reculó y aseguró que el interventor de la UATRE volviera a incluir a todos los cosecheros de Monteros.

En este proceso se han sumado nuevos sectores y zonas a la coordinación, en especial la zona de Villa Carmela.

En diversos plenarios y asambleas zonales se llegó al acuerdo de realizar, en la primera quincena de febrero, un plenario provincial para intervenir en las nuevas paritarias que se van a abrir en ese mes y en el proceso de normalización de la federación provincial y las seccionales. Todo esto en un cuadro de fuertes presiones de las grandes patronales por disciplinar a las cuadrillas de cosecheros. Las reestructuraciones empresariales, como ocurre con la citrícola San Miguel, han relegado la cosecha de fruta para exportación para concentrarse en la producción de derivados industriales del limón (jugos, aceites esenciales, cáscaras deshidratadas, etcétera), lo que ha dado lugar a que miles de cosecheros hayan sido emplazados a “retiros voluntarios” y “jubilaciones anticipadas”.

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