Escribe Politica Obrera
Todo el movimiento obrero debe sacar conclusiones del nefasto convenio firmado entre la UOM y Paolo Rocca
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Todos los medios han destacado que el cierre de la paritaria de la rama siderúrgica, en el 110 %, fue el resultado de un acuerdo entre Abel Furlán -Secretario General de la UOM- y Paolo Rocca -mandamás de Techint-. Techint es, además, el jefe en campaña de "lleguemos a octubre de 2023” de la mano del FMI: el acuerdo de la rama siderúrgica replica el firmado anteriormente para los metalúrgicos en general. Se trata de un aumento 110 % anual del salario, que deja afuera a la mitad del salario conformado. Por eso deja al básico lejos por debajo de la línea de la pobreza.
El aumento de estos adicionales queda librado a unA discusión por empresa. O sea a una pelea en orden disperso, sin la fuerza de la unidad de acción del sindicato. Numerosas categorías verán serruchado el aumento por el impuesto a las ganancias.
El cambio del ‘albertista’ Caló, quien también apoyó al gobierno de Macri, por el ‘kirchnerista' Furlán no ha cortado ninguna de las amarras que atan al sindicalismo al acuerdo con el FMI y la política de ajuste. Cristina Fernández y la Cámpora están jugados al plan Massa, que ha premiado con dólares especiales a los sojeros, para exportar, y a las patronales industriales y mineras, para importar, y que endeuda al Estado con tasas de interés mayores, para ir pagando la deuda pública y el giro de ganancias de las empresas extranjeras.
El acuerdo Furlán-Rocca es un poderoso mensaje para los trabajadores: la burocracia apuesta hasta el último peso de los trabajadores al salvataje de la clase capitalista y del pago de la deuda usuraria.
Desenmascara a los ‘nuevos’ dirigentes sindicales y al kirchneriismo en su conjunto, que mientras despotrica contra el ‘poder económico’ y ‘los grupos concentrados’ busca salvar su pellejo político como sirviente de este mismo poder y de estos mismos grupos.
Pero Furlán no puede ser acusado de traicionar a nadie, porque él mismo se encargó de anunciar su política y su camino. En el Congreso de Pilar, de la UOM, dijo con todas las letras que había que privilegiar la “solución política”, que es como llama el kirchnerismo a dar prioridad al acuerdo con los grandes pulpos para salvar al gobierno.
Los intereses de los trabajadores, que han perdido el 30 % de su salario real en tres o cuatro años, no deben subordinarse a ninguna política que no sea la política de recuperar ese salario, poner fin a la precariedad y flexibilización laboral y a la situación de ilegalidad en que se encuentra un 60 % de la economía “informal” o monotributista, sin aportes patronales para jubilación y salud.
La expectativa de un cambio de política a partir de la sustitución de Caló ha quedado liquidada. Los activistas deben sacar las conclusiones: es necesario desarrollar una fuerza propia, tanto política como sindical. Dar la pelea por medio de asambleas y autoconvocatorias, como lo hace cada vez más el mundo del trabajo.
Saquemos conclusiones definitivas de la entregada de los convenios metalúrgicos del kirchnerismo.