Las elecciones de un Estado Provincial en colapso permanente

Escribe Julio Quintana

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El salteño Gustavo Sáenz termina su tercer año de gobierno acosado por la crisis generalizada de los sistemas de salud, educación y agua potable. La supuesta “inversión histórica” en dichas áreas no pasó la prueba de los aumentos de los costos de insumos, contratistas y proveedores del Estado y del incremento de la demanda de atención de salud y educación de sectores que antes recurrían a los sistemas privados.

Sáenz culpó a los “años duros” que le han tocado en suerte y se bajó de presentar el Presupuesto Provincial 2023, engrosado en un 128% con respecto al año anterior gracias a los impuestos atados a la inflación, como un posible paliativo a la crisis de infraestructura del Estado. Esto porque el Presupuesto es un dibujo que incluye obras ya anunciadas con financiamiento nacional y que siguen puestas en duda para el año que viene. Los niveles de inversión necesarios para revertir este colapso y satisfacer las demandas de los sectores en lucha son incompatibles con un presupuesto hecho a medida de los acreedores y el FMI, las mineras y el capital en general.

El derrumbe edilicio, la falta de personal y el intento de cierre de carreras y cursadas ha desatado luchas de estudiantes y padres de secundarios y terciarios a lo largo del territorio provincial. Los trabajadores de la salud reclaman por salarios, insumos y personal en las principales localidades de la provincia. Vecinos y comunidades en el departamento San Martín y en Salta Capital pusieron en pie asambleas y piquetes por la falta de agua potable. Todos mediante autoconvocatorias. El gobierno se vio obligado a dar concesiones parciales y realizar cambios de gabinete para fingir dar respuestas y salvar a ciertos funcionarios de su camarilla. En las últimas semanas, han renunciado el ministro de Salud, Juan José Esteban, y el presidente de Aguas del Norte, José María García Salado.

¿Y las elecciones?

A la luz de este cuadro, el adelantamiento de las elecciones para mayo del 2023 y la eliminación de las PASO locales, no sólo buscaron blindar el operativo reeleccionista de Sáenz de la crisis nacional sino también de la crisis provincial. Los cargos electos en mayo recién asumirán 6 o 7 meses después, habiendo pasado mucha agua bajo el puente. A nivel nacional, Sáenz no deja de sostener al liquidado gobierno del FDT bajo la órbita de Massa, aunque guarde silencio absoluto sobre la condena a CFK en el juicio de Vialidad y critique el fallo de la Corte por la coparticipación de CABA defendiendo de todos modos su cumplimiento. Los une el cumplimiento del plan de ajuste del FMI.

Sin embargo, el adelantamiento electoral no ha precipitado una definición más clara de los bloques y candidatos hasta el momento. Sáenz tiene una intención de votos 19 puntos menor con respecto a su elección en 2019 cuando aún no ha podido delinear los contornos de su propio frente de cara a las intendencias y los escaños parlamentarios en juego. En el oficialismo no se sabe siquiera quién será el candidato a vicegobernador. Muchas denuncias y carpetazos contra funcionarios del Ejecutivo provienen del propio oficialismo.

Los eventuales candidatos de un armado al estilo JxC o del FdT, figuran 10 puntos por debajo de Sáenz. El senador nacional Leavy, del FdT, aprovechó su cumpleaños para juntar a Juan Carlos Romero, Juan Manuel Urtubey, y otros dirigentes del oficialismo y la oposición nacional para evaluar la posibilidad de una oposición conjunta al saencismo, como la que armó Urtubey contra Romero en 2007. De todos modos, ninguno de los asistentes se ha hecho cargo públicamente de esa posibilidad. En última instancia, todos confluyen con los intereses devaluacionistas de las mineras y los agroexportadores, que el actual gobernador representa. Ante el colapso de la infraestructura provincial apuntaron apenas contra los funcionarios del gobernador y guardaron silencio ante las luchas y reclamos obreros y populares o directamente los atacaron.

La izquierda

El aparato oficial del PO ha considerado oportuno el entrevero para lanzar la candidatura de Claudio Del Plá a gobernador y de Gabriela Cerrano a diputada provincial, proclamándose la “única oposición” al saencismo. Los destinatarios del planteo en realidad son sus socios del FIT-U, que son retados a una interna si es que osan desafiar las candidaturas del PO oficial. La delimitación contra las posiciones democratizantes del PTS y el MST han sido archivadas, como también la discusión de un programa ante la crisis.

El colapso de la infraestructura estatal y la incapacidad del régimen salteño para dar una salida implicarán un retroceso social más profundo del que se ha procesado hasta el momento para las masas trabajadoras. Las luchas en curso contra las consecuencias de ese colapso ponen en cuestión a todo un régimen social y político. Un abordaje socialista de las elecciones debe partir de esta conclusión y utilizar las mismas para impulsar el desarrollo de un programa y una organización que involucre a los sectores obreros en lucha en la puesta en pie de su propio partido y su propio gobierno. Esta será la principal tarea de los compañeros de Política Obrera en el año a punto de iniciar.

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