Escribe El Be
El régimen se cae a pedazos, nuestras tareas.
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Una nueva filtración de chats del celular del ministro de seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, revela las promiscuas relaciones del gobierno de la Ciudad y la Corte Suprema de Justicia. Los senadores pejotistas pidieron de inmediato el juicio político a la Corte, algo que sólo puede iniciar la cámara de Diputados. El gobierno nacional, no obstante, ha dado curso a un recurso ‘in extremis’ ante la misma Corte para que anule la sentencia que dictó en beneficio de la Ciudad en cuanto a la coparticipación federal, mientras presenta un proyecto de ley de nuevos impuestos para cumplir con ese pago. Ese nuevo impuesto sería igualmente constitucional, porque estaría asignado a efectivizar un pago por coparticipación. Los chats revelan, en otros planos, el conocido vínculo de la Ciudad con directivos del servicio de inteligencia, por un lado, y con empresarios asociados al negocio millonario de las concesiones porteñas de acarreo de automóviles, por otro. Horacio ‘acarreo’ Larreta mantuvo congelado el canon por acarreo durante una década – uno 50 mil pesos -, mientras las empresas de grúas cobraban sanciones cada vez mayores
El interlocutor de los chats filtrados a D'Alessandro es Silvio Robles, director general de la vocalía del presidente de la Corte, Horacio Rosatti; los medios califican a Robles como el “alter ego de Rosatti”. Robles aparece en los chats asesorando a Juntos por el Cambio en la cuestión de la pelea con el oficialismo por el asiento en el Consejo de la Magistratura. La denuncia es ratificada por una vocera de Lorenzetti, otro cortesano, por medio de un hilo de tweets.
En el chat, Robles no guarda las formas – le dice a D’Alessandro “te paso letra para que vos lo muevas”. Robles, un constitucionalista sin título de abogado, recomendaba no concurrir a las sesiones que debían designar a los miembros de la Magistratura por el Congreso, para no convalidarlas. Días después, Robles daba indicaciones a D'Alessandro para recurrir con una presentación en el fuero contencioso-administrativo: “puede ser Juez (el cordobés de JxC) o alguien que sea considerado parte”, resumía. Luis Juez había hecho efectivamente una presentación en ese fuero, luego de la instrucción de Robles. El escándalo de estos chats y la crisis que emerge de ellos, luego de las revelaciones telefónicas de los visitantes a Lago Escondido, no puede ser mayor.
El comunicado del interbloque de Senadores Nacionales del Frente de Todos expresa “su más profunda indignación y repudio ante lo que es, sin dudas, 'el mayor escándalo judicial de la historia de la democracia argentina'”. A su vez, denunciaron el “caos institucional al que han sometido a las instituciones de nuestro país en los últimos tiempos tiene nombre y apellido: Horacio Rosatti”. Si después de esto no hay juicio político, la táctica del “amague y recule” habría llegado a su punto más alto. Voceros oficiosos del gobierno de Biden le han dicho al gobierno, vía el embajador norteamericano, que no emprenda ese camino. Alberto Fernández ya dio el primer paso para acatar esta orden en una entrevista en C5N – “no tenemos los votos” se justificó ante la mirada cómplice de su interlocutor.
Otra tanda de mensajes del celular de D'Alessandro fueron con Silvia Majdalani, subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia durante el macrismo, aunque también oficiara en el espionaje con el kirchnerismo (como Rosatti, ministro de Néstor Kirchner). Según Ámbito “se destaca el traspaso de información de inteligencia realizada sobre organizaciones sociales y recomendaciones sobre la interna del PRO”. Según estos chats, el 31 de mayo de 2018, Majdalani le envió a D'Alessandro información de inteligencia obtenida en la Iglesia San Cayetano de Liniers, donde se encontraba la organización social Barrios de Pie. Allí indica que “unas 100 personas de la agrupación se encuentran realizando un acampe previo a la Marcha Federal”, que se realizaría al día siguiente. Majdalani adjunta una decena de fotos tomadas en el acampe, “incluyendo algunas desde adentro donde se puede ver a los militantes preparando la estadía y cocinando”.
El escándalo de los chats implica también los negociados del gobierno porteño con la empresa de acarreo contratada por la Ciudad de Buenos Aires, Dakota. Su titular, Marcelo Violante, consigue garantías por parte de D'Alessandro para quedarse con concesiones y negociados millonarios de la Ciudad.
D'Alessandro reaccionó ‘groggy’: dijo ser víctima de una operación de inteligencia. Aseguró que los chats son falsos o están “adulterados” y denunció a Rodolfo Tailhade (Frente de Todos) por cómplice de “espionaje ilegal”. Tailhade, diputado nacional de la bancada oficialista, fue uno de los que difundió capturas de los chats. La operación de inteligencia es tan indudable como los hechos que expone.
Larreta, jefe de D'Alessandro, organizó una reunión de urgencia de su “mesa chica”. Según Infobae, estuvieron presentes “Felipe Miguel -jefe de Gabinete- y los secretarios e integrantes de la mesa de decisiones de Rodríguez Larreta, Fernando Straface y Federico Di Benedetto. También se conectaron al zoom Silvia Lospennato -recientemente incorporada al equipo-, Diego Santilli y Christian Coelho. D’Alessandro no participó del encuentro y trabaja en su defensa junto a su equipo”. Según La Nación, luego del encuentro, Larreta “por ahora sostiene a su ministro de Seguridad”. El jefe del ‘acarreo’ tendrá que tener algún as en la manga si quiere ser candidato a la Presidencia. En verdad a los hechos, el kirchnerismo no ha actuado en forma diferente, como lo recuerdan los espionajes de Gendarmería – Proyecto X. En este marco de derrumbe institucional, dos jueces federales, Capucheti y Di Georgi, han rechazado los reclamos para avanzar en la investigación por el atentado a Cristina Kirchner.
Las filtraciones de los chats de funcionarios públicos ponen en evidencia una ‘asociación ilícita’ entre funcionarios, espías, empresarios y lobistas de medios, que empareja la denuncia del fiscal Luciani contra CFK, Báez y López. Argentina asiste a un fin de régimen, sólo está en cuestión quién va a bajar la persiana. La única alternativa realmente democrática sería un gobierno de trabajadores. Alejado de la luminaria judicial, Sergio Massa advierte que el acuerdo con el FMI ha entrado en la zona de mayor riesgo y teme que al default político lo siga una corrida cambiaria y el default en todos los terrenos. La embajada norteamericana hará un esfuerzo final para que toda la basura, de uno y otro lado, sea cubierta por una alfombra
Los involucrados denuncian en este tipo de filtraciones una violación de la “intimidad” de los funcionarios del Estado. Como explicamos en las páginas de Política Obrera, cuando se trata de agentes del poder, la protección de esa “intimidad” se refiere a las arbitrariedades y negociados tramados desde el poder del Estado y de los despachos secretos de los grandes capitales.
No es el momento del puro comentario. Es necesario intervenir para hacer explotar esta conspiración contra el pueblo. Convocamos a una asamblea general de organizaciones y luchadores para lanzar las consignas y desarrollar la movilización contra los delincuentes del poder.