Escribe Mocha Soria
Por una interhospitalaria autoconvocada que retome la huelga indefinida.
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Desde el viernes 16 de diciembre, la conducción del SITAS, sin consultar a los delegados ni a las bases, decidió aceptar la conciliación obligatoria impuesta por el ministerio de trabajo declarando suspendida la huelga por tiempo indefinido que se había iniciado días antes y que venía sumando a trabajadores afiliados a otros sindicatos de la salud, incluso a no afiliados. La conciliación obligatoria apuntaba a un único propósito: quebrar la gran “marea blanca” que estaba en curso.
En estos días, todo esto ha quedado perfectamente claro. Se han realizado tres reuniones con el gobierno y la dirigencia ha salido de ellas sin solución a ningún reclamo.
En este cuadro un sector de delegados, activistas y afiliados se han pronunciado repudiando la conciliación obligatoria y planteando retomar el paro por tiempo indeterminado, que toda decisión pase por las asambleas de base, que se convoque a una asamblea interhospitalaria y se elija un comité de huelga para organizar, o sea dirigir una lucha extraordinaria, planteando que es el camino para arrancar las reivindicaciones.
En la última reunión de delegados con la conducción realizada el miércoles pasado la dirigencia, sin permitir ningún debate y sin sonrojarse planteó que en el marco de la conciliación no se iba a conseguir absolutamente nada y que quienes los habían atendido en las reuniones no tenían ninguna importancia ya que el poder ejecutivo o sea Jaldo es quien decide todo y hasta ese momento no los quiso recibir. A pesar de ello, la conducción del SITAS informó que se va a mantener en el marco de la conciliación pero, con conocimiento de que por abajo está en desarrollo un proceso que la va a superar, decidieron abrir el paraguas por si tienen que hacer alguna maniobra para reacomodarse si los trabajadores deciden avanzar autoconvocándose.
La situación del sistema de salud en la provincia es una bomba de tiempo no solo por los reclamos, en especial el salarial, de los trabajadores de la salud, sino también por el aumento de casos por covid19 y por el cuadro de vaciamiento del sistema de salud, por la falta de personal, que ya ha dado lugar a varios incidentes en las guardias de diferentes hospitales, en particular en el de Niños, donde la falta de médicos pediatras se ha agravado dramáticamente. Este hospital pediátrico no solo es el principal de la provincia sino también recibe a pacientes de todo el NOA. Si antes de la pandemia conseguir turno había una demorado de 3 o 4 meses, ahora, en algunas especialidades se ha planteado esperas de hasta de un año.
La dirigencia burocrática está empeñada en impedir cualquier lucha real, de conjunto contra la política del gobierno. Defienden la paz social que demanda el gobierno para que en el 2023 se puedan desarrollar con “normalidad” las elecciones y, a cambio de ello, el SITAS siga teniendo el reconocimiento a la hora de las convocatorias que el gobierno realiza periódicamente a los sindicatos de la salud para “dialogar” sobre las cuestiones de la salud de la provincia.
Está en manos de los delegados y el activismo combativo, superar este obstáculo burocrático. Por medio de autoconvocatorias en los lugares de trabajo y coordinaciones se puede y se debe reunir las condiciones para resolver la continuidad de la huelga por tiempo indefinido, el único camino para arrancar las reivindicaciones.
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