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Esta tarde, cuatro días antes de cumplir 66 años, murió Ricardo Budassi, "el Caballo". Luego de curarse hace cuatro años de un cáncer, el ladino mal volvió y se lo llevó en unos pocos días.
Vinculado con la UJS desde 1979, fue uno de los concurrentes al plenario de fundación del Partido Obrero en noviembre del 82. También estuvo en la columna que armamos el 14 de ese mes en la movilización contra la Dictadura. Hicimos actos improvisados con habladas, subidos a los hombros de algún compañero, y peleamos un lugar entre los oradores de los partidos burgueses en esa jornada de lucha popular, subiendo por los caños que sostenían el escenario.
Fue el mayor afiliador de la campaña de enero-marzo de 1983 por la legalidad del PO. Fue miembro de la dirección del Comité Regional Córdoba entre el 83 y el 84.
Era un tipo directo, irónico y alegre como pocos, ingenioso para poner sobrenombres y resumir hechos; eludía los adornos, las palabras de más. De gran energía y determinación, todo lo hacía para que saliera bien, uno podía darle una tarea y olvidarse, sabiendo que estaría hecha en el tiempo mínimo necesario o menos.
Se mudó a Villa María cuando se casó. Allí tuvo tres hijas que hoy lo lloran y ejerció muchos años su profesión de licenciado en Psicología. Y tuvo tiempo para dar cursos de astronomía, filosofía, computación, para estudiar dos años y ser árbitro de fútbol, viajar a varios lugares del mundo. Tenía la humanidad elevada del curioso inagotable.
Un día grabó y me mandó en tiempo real un video de varios minutos por los sótanos de una favela de Río de Janeiro dominada por el "Comando Vermelho". En determinado momento se apareció un Kapanga de los narcos y logró zafar huyendo por las callejuelas, todo en tiempo real.
No le tocó, pero hubiera sido un excelente oficial de operaciones del Ejército Rojo, si le hubiera tocado vivir ese tiempo. Doy fe de eso, por las cosas que vivimos juntos y los resultados de otras.
Dejó el partido, pero siempre estuvo dispuesto a colaborar con él para lo que fuera: campañas electorales (fue candidato en varias), financieras, charlas, rondas de medios, etcétera.
Los que tuvimos la fortuna de ser sus amigos por más de cuarenta años ya lo extrañamos. Una parte de mi vida y mis memorias están desde hoy más solas y tristes.
