Tiempo de lectura: 2 minutos
Durante la última semana del año 2022 se publicaron una serie de estudios sociales con foco en la alimentación de niños y jóvenes donde se reveló un aumento en todos los índices. En el estudio presentado por Barrios de Pie a través de su universidad popular se muestra que el 49% de los niños presentan sobrepeso, obesidad o baja estatura y el 40% de ellos no llega a consumir las 4 comidas diarias. Con lo que la malnutrición creció un 5% del año 2019 a hoy.
El foco de este crecimiento está en las villas y barrios populares, pero tampoco es exclusivo de estos sectores. El informe presentado por la organización oficialista es acompañado por un estudio médico de profesionales que incluyó 40.000 casos de estudio y abarcó 16 provincias. Se realizó siguiendo las técnicas antropométricas y de detección de malnutrición de la Sociedad Argentina de Pediatría y el Ministerio de Salud de la Nación. El trabajo fue elevado al presidente Alberto Fernández y a su ministra de Desarrollo Social.
Se distingue entre el crecimiento de los índices el sobrepeso que llega al 21%, la obesidad 24,5% y el déficit en el peso 3,2%. La desnutrición crónica y la baja talla llegan al 7%, subiendo para los menores de 2 años al 20% y en la franja de 2 a 6 años al 9%. Marcos Caviglia, unos de los médicos entrevistados aclaró sobre el informe: “Se evidencia así un aumento marcado de la malnutrición con respecto a los datos previos a la pandemia” y agregó “Los altos índices de malnutrición tienen relación directa con el tipo de alimentación de las familias de los barrios vulnerables, altas en hidratos de carbono complejos y grasas saturadas y baja en frutas, verduras y carnes magras”.
En estas fechas la ministra de Desarrollo Tolosa Paz está bajo la mira de las organizaciones sociales por las demoras en la entrega de alimentos para los comedores (en particular en las provincias del Norte) y el no cumplimiento de una canasta de alimentos que aporte las proteínas adecuadas para una alimentación sana. Sobre la canasta de alimentos que llega desde el Ministerio informaron: “no cubre los requerimientos nutricionales necesarios para un desarrollo y crecimientos adecuados y para mantener una salud óptima”.
Lo que alarma a los expertos es que la malnutrición ya no abarca el cuadro clásico de desnutrición y baja talla, sino que emerge, con el exceso de nutrientes de baja calidad, el sobrepeso en etapas tempranas del desarrollo de niños y niñas. Esto impacta negativamente en el sistema inmune con una mayor cantidad de infecciones, en la baja de la capacidad intelectual, del aprendizaje, en los problemas respiratorios, gastrointestinales, hepáticos, la reducción de la capacidad para la actividad física y la tendencia a la depresión y a la ansiedad.
Al ahondar sobre las características de los alimentos que llegan a los hogares, solo el 17% de las familias come carne o huevo una vez al día, que es lo recomendado. Y el 30% lo hace una vez por semana o menos. Las verduras solo llegan al 14% de los hogares diariamente y al 44% semanalmente, y lo mismo pasa con las frutas. Para el caso de los lácteos sube al 25% el consumo diario.
En suma, la caída en los nutrientes esenciales para las familias llega al 50% y como contracara el consumo de alimentos nutricionalmente pobres subió un 35%, consolidando un exceso en hidratos de carbono como la papa, la batata, el arroz y los fideos.