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El escándalo de Lago Escondido se cargó también al asesor de la presidencia, Julián Leunda. Esto no motivará ningún juicio político contra Fernández. El 1º de febrero asumirá su reemplazante, el exCEO Antonio Aracre.
Aracre renunció a la dirección ejecutiva de la empresa agroquímica más grande del planeta, Syngenta, de capitales chinos. El pulpo se desarrolló en el negocio de las semillas, absorbiendo a otras grandes empresas del sector (Nidera Semillas), y se extendió al rubro de agroquímicos (fertilizantes y plaguicidas). Durante 2020 tuvo ventas por U$S 23.100 millones.
El único accionista de Syngenta es la empresa estatal China National Chemical Corp, la mayor compañía química a nivel mundial. En Argentina, Syngenta se ha posicionado como líder indiscutido de la provisión de agroquímicos, desplazando en el podio a Bayer-Monsanto. Compiten en la producción de agrotóxicos como el glifosato.
El acercamiento del exCEO de la empresa china al gobierno viene desde hace años. Algunos medios han atribuido a Aracre la invención de nada menos que la propuesta del “dólar-soja” –de donde el agro deriva los ingresos para comprar semillas y químicos. De acuerdo a Ámbito (12/10/22), Aracre, un amigo del ex ministro Guzmán, “tiene buen vínculo con el ministro de Economía, Sergio Massa”. Hace un tiempo afirmó que “yo hablo con Martín Guzmán, hablo con Sergio Massa y con Wado. Me he juntado con Larreta, con Vidal”, y también con Macri. En cada entrevista, Aracre se ha posicionado como un campeón del “desdoblamiento cambiario”, uno comercial y otro financiero, como paso previo a un mercado único de cambio. Los sojeros reclaman el mercado único sin transiciones.
Aracre ingresa al gobierno cuando arrecia la campaña de Biden contra la presencia de China en América Latina. Estados Unidos pretende remodelar la cadena de producción con el sur del continente, lo que afectaría a las exportaciones industriales de China. Este choque internacional talla fuerte en las internas de los bloques patronales. El comercio fuertemente deficitario de Argentina con China, que China pretende compensar con inversiones en infraestructura (Ruta de la Seda), afecta a grupos fundamentales como Techint, decididamente aliado a Estados Unidos. La agroindustria, en cambio, está atada estructuralmente al mercado chino. Estados Unidos ha lanzado un enorme programa de subsidios internos que desplaza del mercado norteamericano a la competencia extranjera. Una de sus consecuencias es cerrar la importación de litio desde Argentina, donde hay grandes inversiones de China. Aracre, advertido de esta circunstancia, buscará neutralizar la ofensiva norteamericana y trazar un delicado equilibrio entre los interés en pugna. Es así que planteó “destrabar un poco la política” y “arribar a acuerdos básicos” (El Cronista, 4/1).
En la misma onda que el sojero Grobocopatel, Aracre está interesado por la “economía popular”. Ha propuesto armar “una red entre empresarios, organizaciones y voluntarios con este desafío de crear comunidades autosustentables, especialmente en el conurbano, y así empezar a pensar en una provincia más inclusiva”. Para ello, destacó la importancia de “la creación de cooperativas en los barrios donde más evidente sea la presencia de esta población vulnerable para lograr cierto tipo de proceso de industrialización básico”. De la mano de esto, el ahora exCEO de Syngenta es un campeón de la “reforma laboral”. También de la “educativa” –para “encontrar un laburo rápido”.
La ventaja de los asesores, si son prudentes con sus ‘chats’, es que a diferencia de los ministros no deben responder al Congreso. Un prochino en el gobierno muestra los malabares de la diplomacia de la República Popular.
