Escribe Mariano Hermida
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En la última sesión del Concejo Deliberante se aprobó con el voto del conjunto de las fuerzas políticas una ordenanza que “regula” el uso de los agrotóxicos en el distrito de La Matanza – a una distancia de 1.100 mts. En la zona de Virrey del Pino se ha comprobado, con diversos estudios médicos, que los vecinos tienen glifosato en sangre, a causa de las fumigaciones de campos sojeros que se realizan en zonas lindantes a las viviendas. La población es lisa y llanamente envenenada. Desde entonces una asamblea de vecinos autoconvocados se encuentra en lucha para defender la salud de la población.
El libro “Con la Soja al Cuello 2021” de la Dra. Stella Benítez expone que el Glifosato, el 2,4D y el Paraquat, tres de los principales herbicidas utilizados para los cultivos de soja transgénica, pueden generar efectos que “incluyen intoxicaciones agudas y crónicas que pueden darse a dosis pequeñas por un tiempo prolongado y afectar el sistema nervioso, el sistema hormonal, interferir en la fertilidad y la reproducción y producir cáncer. Son un ejemplo distintos tipos de cánceres, disrupciones en el sistema endocrino y el mal de Parkinson”.
Recientemente el gobierno de Alberto Fernández designó a Antonio Aracre, ex CEO de Syngenta, como su jefe de Asesores. Esta empresa es proveedora de semillas y pesticidas al agronegocio y ha recibido numerosas denuncias por utilizar atrazina, un herbicida que puede tener efectos nocivos sobre el sistema endocrino de las personas. El gobierno “nacional y popular” viene de beneficiar a esta empresa y a Bayer-Monsanto con la habilitación de la libre comercialización del trigo transgénico HB4, que utiliza un agrotóxico 15 veces más dañino para la salud de la población que el propio glifosato.
Los concejales del FIT-U han votado a favor de la regulación del agrotóxico. El concejal Juan Romero del PO (o) había sostenido lo contrario en una entrevista en el Diario NCO (28/12/22): “Nosotros, conceptualmente, del Partido Obrero, Frente de Izquierda, somos partidarios de la prohibición de la utilización de los agrotóxicos, de todos los agrotóxicos, no solo el glifosato”. El proyecto de ordenanza que presentaron los concejales del FIT-U a votación, sin embargo, proponía un perímetro de 3.500 mts. para la fumigación (N° 1416).
La ordenanza aprobada fue consensuada por el conjunto de las fuerzas políticas del Consejo Deliberante, el 15 de noviembre del año pasado. Establece el límite de fumigación en los 1.095 mts. de la población. El organismo de control de la ordenanza será la “Subscretaria general de ambiente y desarrollo sustentable”, o sea el propio municipio, el principal promotor -junto con el gobierno nacional y provincial- del uso de agroquímicos.
La ordenanza no prevé ningún tipo de reparación para los vecinos afectados por los agroquímicos y deja indemnes a los responsables de haberlos contaminados.
El FIT-U se sumó al acuerdo político con las fuerzas del oficialismo y la oposición macrista. En su intervención, el Concejal del PO (o) valoró “enormemente” (sic) la ordenanza y hasta agradeció a los concejales del PJ y los macristas. El presidente del bloque del Frente de Todos en el Consejo Deliberante, Rolando “Rolo” Galván, celebró la aprobación del proyecto por unanimidad y resaltó que “hay que rescatar la decisión política del intendente de llevar adelante una ordenanza que va a ser ejemplo en la provincia de Buenos Aires” (El 1 Digital, 29/12).
El FIT-U se ha unido a un pacto en el Concejo Deliberante promovido por la intendencia de La Matanza. Luego de un insistente cacareo ‘ambientalista’ ha votado la regulación del uso del glifosato bajo la supervisión de los contaminadores.