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A partir del mes de febrero comenzará a regir el nuevo índice de aumentos de las cuotas de las prepagas, de acuerdo a lo dispuesto por el decreto 743/22. En este sentido, se comenzó a difundir un formulario desde la Superintendencia de Servicios de Salud para que completen los afiliados y afiliadas. De esta forma, se aplicará el aumento de forma segmentada, dependiendo de los ingresos de los usuarios y usuarias.
El nuevo índice de aumentos dispuestos según el decreto es el siguiente: para quienes perciban ingresos de bolsillo inferiores a 6 salarios mínimos (SMVM) —hoy $371.718— la cuota se ajustará el 4,91 %, equivalente al 90 % de la variación de los salarios formales según el RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables), y para quienes perciben más de 6 SMVM, el valor de la cuota se incrementa el 8,21%, según la variación del Índice de Costos de Salud.
Se estima que las prepagas cuentan con 6 millones de beneficiarios (titular y grupo familiar) de los cuales un 20 % son voluntarios o "directos puros" y el resto corresponde a trabajadores que derivan sus aportes a una obra social que tiene convenio con las prepagas. Con este aumento, un plan familiar medio de un matrimonio con dos hijos menores podría rondar entre los $70.000 y los $90.000 mensuales, que irán variando de manera diferente, según si superan o no los 6 SMVM. (Clarin 01/01/2023).
Se incrementan las prestaciones con copago
A su vez, el decreto establece que las prepagas deberán ofrecer planes de salud con copagos, a precios que tengan un valor de por lo menos un 25 % más bajos que los valores de los planes de salud sin copagos. Es decir, aquellos en los que los pacientes no deben pagar ningún tipo de adicional para atenderse con los profesionales y especialistas de su cartilla. Según el decreto, los planes con copagos deben ofrecer a los afiliados “idénticos” servicios que los que no requieren pagos adicionales.
La proliferación de estos planes con copagos se explica por la caída de la demanda de prepagas, como consecuencia del derrumbe del poder adquisitivo de los salarios. Según los registros del INDEC, por la mayor informalidad y aumento de los costos de los planes de salud, disminuyó la población que cuenta con la cobertura de una obra social o medicina privada (Clarín 29/12/2022).
Con este nuevo índice, las patronales de la salud privada se garantizan un año de aumentos recaudando jugosos beneficios. A esto se agregan los subsidios que consiguen por parte del Estado (Programa Nacional de Fortalecimiento de los Equipos de Salud para la Calidad y la Seguridad-FESCAS).
La crisis económica y la profundización de la precarización laboral capitalista, detonada al máximo con la pandemia, han contribuido a la caída de los aportes a la seguridad social. Como contrapartida, aumentó la demanda en el sector público, que ya viene sobrecargado y que debe afrontar con menos recursos que en 2020 la sexta ola de Covid en nuestro país. En este cuadro de situación, la lucha en defensa de los salarios y por el acceso a la salud de toda la población trabajadora se nos impone como una prioridad.