Tucumán: se relanza la huelga por tiempo indefinido de la Salud

Escribe Mocha Soria

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El 11 de enero finalmente concluyó la conciliación obligatoria frente al paro por tiempo indeterminado resuelto por las bases del SITAS. La dirección del sindicato de la Salud no dudó en acatarla sin siquiera llamar a una asamblea interhospitaria. Se trataba a las claras de una maniobra del gobierno para evitar que la marea blanca se extienda, desautorizando a toda la burocracia. Hasta sectores de ATSA, cuya dirigencia está completamente vendida, habían comenzado a parar.

Como era de esperarse, durante la conciliación el gobierno no realizó ningún tipo de ofrecimiento salarial. Sólo ofreció "tratar" algunos aspectos de la carrera sanitaria. El gobierno pretendía extenderla 15 días más, pero la dirigencia decidió, esta vez, rechazarla producto de la indignación que recorre las bases.

El día de la finalización de la conciliación el SITAS convocó a una reunión de delegados. El debate estuvo centrado en cómo se desarrolla el paro por tiempo indeterminado ya votado en todas las asambleas y “suspendido” por la conducción del gremio frente a la conciliación obligatoria. Compañeros delegados de Política Obrera plantearon la necesidad de convocar una asamblea interhospitalaria con mandatos de asamblea para coordinar las acciones de lucha y poner en discusión la conformación de un comité de huelga que se constituya en la dirección de la lucha. En respuesta a este planteo, la directiva planteó que tiene la potestad de decidir que modalidad se toma (paro con o sin concurrencia, paro informático, etc.). Se pretende llegar, con esta política ´administrada´, a febrero, cuando se inician las discusiones paritarias.

El gobierno, valiéndose de todas estas vacilaciones, ha enviado a los directores de los hospitales y CAPS una nota solicitando listado de los afiliados al SITAS que adhieran a las medidas de fuerza, con un claro objetivo de apriete y amedrentamiento.

Frente a este panorama, urge discutir de qué manera se ponen en pie iniciativas que saquen el conflicto a las calles y sumen el apoyo de la población. El cuadro de vaciamiento de la salud pública golpea a todos. Las largas colas para conseguir turnos y las horas de espera en las guardias los fines de semana forman parte del paisaje cotidiano.

Si ganan los trabajadores de la Salud, ganamos todos. Tenemos que preparar las condiciones para una interhospitaria y para eso es fundamental que las asambleas se pronuncien por su realización. Estos pasos irán forjando en la vía de los hechos un comité de huelga que permita extender la marea blanca a todo el país.

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