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Luego de treinta años, los técnicos de la empresa francesa Veolia, encuadrados en el convenio de Comercio, consiguieron votar sus propios delegados. La elección se realizó en el Sindicato de Capital (Sec). Votaron alrededor de 100 trabajadores de un universo total de casi 400. Fue en medio de las amenazas de despidos, casi no hubo campaña, con candidatos en muchos casos desconocidos y en época de vacaciones. Veolia buscó armar una lista propia con carneros, pero se le venció el plazo de presentación y, finalmente, hubo lista única. Para estos trabajadores, comienza una nueva etapa.
Los trabajadores tercerizados, por otra parte, no suelen tener organización gremial. Por ese motivo, suelen estar expuestos a la tiranía y vejámenes por parte de jefes y gerentes, superiores a los que sufren trabajadores de planta o convenio. Esto, junto a salarios bajísimos que ya no se aguantan, es lo que ha empujado a los trabajadores de Veolia una vez más a organizarse.
Los distintos intentos de los trabajadores por organizarse se han sucedido a lo largo de los últimos 30 años. Veolia es una multinacional de origen francés que monopoliza la distribución de agua potable en su país de origen. En Argentina, funciona como tercerizada de trabajadores técnicos de grandes empresas, como el Hospital Italiano, Mercado Libre, Banco Patagonia, UADE, Telefónica, entre otras, e incluso de hospitales públicos. De esta forma, estas firmas y el propio Estado se deslindan de su responsabilidad por despidos frente a bajas o recesos productivos. También se desentienden de los accidentes de trabajo y los gastos que pueda significar. No es la única empresa de este tipo. También esta Gestam y un sinfín de pequeñas empresas de mantenimiento industrial especializado.
La historia de Veolia lleva la marca no solo de la privatización de la empresa siderúrgica nacional SOMISA (hoy Techint) en los años noventa, sino también del recorrido largo y parsimonioso que lleva desde esa época en el país la tercerización laboral en general y del sector mantenimiento técnico incluyendo el sector civil (obra) en particular, en el mercado laboral.
No es solo el personal de limpieza que ha sido tercerizado, incluso en el Estado (con empresas creadas por funcionarios y burócratas sindicales). Hoy avanza la inclusión de personal técnico tercerizado que trabaja a la par del trabajador de convenio durante años, incluso décadas. Un verdadero fraude laboral inadmisible que organiza el Estado, a los ojos de todos los gremios. Es el proceso que denuncian y enfrentan los trabajadores del subte en estos momentos pero que avanza en todas las ramas.
El gobierno de la Ciudad ha montado convenios con esta empresa en trabajos de limpieza en la vía pública, recolección de residuos, mantenimiento de jardinería, como así también obras civiles. El vínculo de los negocios de Veolia con el gobierno de la Ciudad se remonta al gobierno de facto de Cacciatore, quien asoció el CEAMSE (empresa que maneja la basura de la Ciudad) con una de las primeras empresas de Paolo Rocca (Techint) de saneamiento y urbanización (Syusa). Entre la empresa y la burocracia sindical de Comercio lograron anticipar los intentos, despidiendo activistas. Esta vez, en un cuadro de ruptura y crisis de la burocracia, los trabajadores lograron las elecciones.
Adelante compañeros, la única lucha que se pierde es la que se abandona.