Escribe Emiliano Fabris
Conclusiones de la Conferencia Nacional docente de Política Obrera
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El sábado 25 se realizó una Conferencia Nacional docente convocada por Política Obrera, bajo la modalidad presencial y virtual. Reunió a un centenar de docentes de CABA, Buenos Aires, Santa Fe, Tucumán, Salta, Catamarca, Rio Negro, Misiones, Jujuy, Santiago del Estero y Entre Ríos.
La Conferencia discutió el Manifiesto de convocatoria, cuyo eje de conjunto es el siguiente:
“Cuando la situación de la docencia y de la educación nacional se encuentran en el peor período de la historia, la dirección kirchnerista de CTERA se ha convertido en una agencia política del FMI".
“Es lo que ocurre también con la burocracia de la CGT".
“Este es el problema crucial del conjunto del sindicalismo docente".
“La visita de Yasky y Baradel a la embajada norteamericana no ha sido de carácter protocolar. Es la firma que han puesto a la gestión de una política enteramente subordinada a los fondos financieros internacionales y a solventar la deuda pública -de 400 mil millones de dólares– con acreedores nacionales y extranjeros”.
Este planteo ha servido de orientación estratégica de la Conferencia, en un año acechado por una perspectiva de default e hiperinflación, de un lado, y el temor del conjunto de las patronales y sus partidos a que se desate una rebelión popular. Este ‘temor’ es enteramente compartido por el Fondo Monetario Internacional. El manifiesto de convocatoria traza, en consecuencia, un programa para la docencia del sector público y del privado, y plantea la lucha por un sindicato docente nacional –sin fracturas provinciales– y una campaña de reclutamiento y organización de la docencia que trabaja en establecimientos privados
El pacto salarial firmado por la CTERA de Yasky y Baradel con el gobierno, ha confirmado la caracterización presentada al debate. El acuerdo, que deja al piso del salario inicial por debajo de la línea de pobreza -130.000 pesos para la jornada simple- responde a un objetivo político. Como lo hizo el conjunto de la burocracia sindical, Yasky y Baradel han salido al sostén del plan Massa y del gobierno de los Férnandez, en medio de una catarata de tarifazos y de la indexación de todos los precios de la economía –en especial la deuda pública. El ajuste anual del salario del orden del 60 %, dividido en dos tramos del 30 %, que se subdividen en otros tantos tramos trimestrales, debe servir como ‘ancla’ política y económica de este plan. Es el punto inamovible del acuerdo con el FMI. La defensa de la docencia adquiere un carácter netamente político. A partir de esta caracterización, la Conferencia discutió una campaña de agitación por la reunión de asambleas de base y por autoconvatorias para preparar e impulsar una huelga general.
La CTERA ha firmado su acuerdo con el gobierno antes de cualquier deliberación o asamblea docente: demuestra que, para salvar los acuerdos de los Fernández y Massa con el FMI, prefiere la derrota de las reivindicaciones salariales y laborales de los educadores. Este es el “mandato” que recientemente le impartió a su cúpula el embajador norteamericano, el principal sostén del “Plan Durar”. Los “esfuerzos” de la burocracia docente, sin embargo, hacen agua: la docencia, desde cada provincia, distrito y escuela, pone de manifiesto que no tolera el trabajo de demolición del salario y de toda la educación: nuestra Conferencia deliberó en la víspera de grandes asambleas y huelgas a lo largo de todo el país.
En efecto: existe un profundo rechazo al pacto del 60 % anual, en cuotas y con el adorno de cifras no remunerativas, que anuncian la destrucción definitiva de nuestras jubilaciones futuras. Lo mismo sucede con los parches en el impuesto a las ganancias. Se constató esta tendencia en una decena de provincias que ya han resuelto paros, en algunos casos -como Tucumán- de forma completamente autoconvocada. En Río Negro, el activismo opositor ha impuesto paros iniciales en oposición al acuerdo salarial anunciado entre el gobierno y la directiva de UNTER. En Santa Fe también emerge una decisión de lucha. En Bahía Blanca, se rechazó unánimemente en asamblea el acuerdo “Baradel-Yasky”. Los paros de advertencia deben ser un punto de apoyo para continuar una lucha resuelta y concitar la atención de la docencia de todo el país. Nuestra Conferencia resolvió el apoyo y la intervención en todas estas luchas, en la perspectiva de concentrar todas las energías en la preparación de la huelga general. Lo estamos haciendo en la provincia de Santa Fe, que ya recorrió un camino de paros fragmentados durante el 2022. La derrota de estos paros aislados, defendidos con tenacidad por el sector de Terez y la mayoría de la lista Multicolor, debe servir de lección para la lucha de este año
La Conferencia debatió extensamente el avance de la precarización laboral docente. Ello se expresa en las reformas en el Estatuto de CABA, los ataques sistemáticos sobre la educación especial y sus trabajadores, y los recortes en la educación de adultos. La quinta hora en primaria supone una grave sobrecarga laboral, la cual, en algunos casos, como en Salta, aún no se ha abonado a los maestros. La docencia, mediante escaladas de denuncias o escraches, pretende ser convertida en el chivo expiatorio de la profunda crisis social que explota en las escuelas.
La precarización docente, por otra parte, debe ser considerada a la luz del conjunto del régimen educativo, donde la educación privada gana terreno al compás de la degradación de la escuela estatal. Una condición laboral precaria en el Estado les permite a los capitalistas de la escuela privada deprimir sus propios sueldos y régimen laboral, aun cuando reciben un generoso financiamiento del Tesoro. La conferencia resolvió una acción especial sobre la docencia privada, para organizarla en una lucha común por el salario y contra la precarización.
A su turno, la Conferencia señaló la “licuación” de los contenidos educativos en la enseñanza media y de adultos, donde los tópicos de mayor alcance científico son reemplazados por otros de alcance efímero o circunstancial. Por lo tanto, el docente precarizado y mal pago es “preparado” para impartir conocimientos a trabajadores también degradados en su condición laboral. El régimen social capitalista quiere una “formación” a la altura de la descalificación que impone todo el tiempo en el mundo del trabajo. En definitiva, quiere una docencia precarizada que imparta contenidos precarizados. Asistimos a la incompatibilidad irrevocable entre el capitalismo en decadencia, por un lado, y la formación científica y universal de las masas, del otro.
La Conferencia resolvió al respecto, una campaña de agitación y propaganda en torno de las reformas antieducativas. La lucha contra la precarización laboral docente, la defensa incondicional del Estatuto y de los contenidos y materias de alcance científico, une la lucha de los educadores al conjunto de la clase obrera. La defensa del trabajo y el conocimiento como afirmación de la universalidad humana es antagónica a la escisión entre el ser humano y su medio; entre el trabajador y el producto de su trabajo; en definitiva, es antagónica al capitalismo. Luchamos, por lo tanto, por unir al educador a una lucha general por una transformación socialista de la sociedad.
La Conferencia resolvió modificar su nombre –Tribuna Docente Tendencia- y adoptar el de Tendencia Docente Clasista. Reivindicamos nuestra trayectoria bajo la sigla anterior. Es claro, sin embargo, que nuestra diferenciación del agrupamiento del PO (oficial) debe ser más completa. En primer lugar, debido al alineamiento de una mayoría de la Multicolor (de la que formamos parte) con la política de “presencialidad segura”, que comprometió la salud de alumnos y docentes, bajo la presión aperturista de las patronales privadas. El tema sigue vigente, porque no se ha tomado ninguna medida de protección de la salud cuando la circulación del virus no ha cesado, y cuando las consecuencias de largo plazo de la pandemia afectan a una proporción muy grande de la población mundial. Una agrupación socialista y clasista tiene la obligación de poner la salud por encima del lucro privado. “Nuestras vidas están por encima de sus ganancias”. Educación y salud tienen un lazo inextricable. En la fase más aguda de la pandemia, se formó una corriente importante de docentes contra la “presencialidad”.
De otro lado, el aparato del PO, así como una mayoría de agrupaciones de la Multicolor, se oponen en forma intransigente a las autoconvocatorias y a la preparación de la huelga general. Su consigna es “exigir” a Yasky, Baradel o Alessio, un “plan de lucha”, o sea una cadena de paros de desgaste. En las circunstanciales actuales, este seguidismo a la burocracia es más nocivo que nunca.
La Tendencia Docente Clasista convoca a los compañeros más activos de la docencia y al conjunto de ella, a considerar estos planteos como base para desarrollar una agrupación socialista y clasista, como la que estamos impulsando.