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Lázaro Báez y los demás condenados en la causa de lavado de dinero fueron beneficiados, en un fallo dividido, por la sala IV de la Cámara de Casación con una reducción de las penas. Báez había sido condenado por el tribunal oral a 12 años de cárcel, que ahora se redujeron a 10. Como el empresario K cumplió tres años de prisión efectiva en este expediente y actualmente se encuentra en prisión domiciliaria, aunque por otra causa que aún no llegó a juicio, se da por descontado que, en el corto plazo, recibirá algún tipo de libertad. Hecha la aclaración, no hay otros detenidos en esta causa hasta que las condenas sean ratificadas por la Corte Suprema. En el caso de las dos hijas de Báez, contra las cuales el tribunal de primera instancia había dictado tres años de cárcel, fueron absueltas. Los camaristas invocaron la aplicación “perspectiva de género” para dictar su absolución.
La atención se centra ahora en las implicancias que este dictamen pueda tener en las causas que agobian a Cristina Fernández, condenada en primera instancia en el juicio conocido como Vialidad.
La razón más importante es que, con distintos matices, los jueces desestimaron los negociados de Vialidad como delito precedente a la hora de pronunciarse sobre las condenas. Atribuyeron, en cambio, el dinero blanqueado por Báez a la evasión de impuestos y no a “la corrupción” y a su asociación con funcionarios públicos. Sin embargo, mientras que para la jueza Ledesma no estaba acreditado que el origen de los fondos fuera ilegal, el juez Borinsky consideró que la evasión impositiva estaba probada y era fundamento suficiente. Como Borinsky también debe intervenir en la apelación presentada por CFK en Vialidad, es posible que, separando la corrupción del lavado, quiera evitar su recusación cuando le llegue el expediente. Procedimiento sinuoso.
Al atribuir el origen del dinero a maniobras de evasión fiscal, implícitamente, los jueces estarían descartando que Báez fuera testaferro de los K y que el dinero blanqueado tuviera origen en el ilícito de corrupción. Raúl Kollman, en Página/12, apunta que los 55 millones de dólares que se le atribuyen a Báez en la maniobra, “después de pasar por bancos en Suiza terminaron regresando a la Argentina cuando el constructor repatrió los fondos comprando bonos de la deuda soberana argentina y se asoció con el primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra, para competir en la licitación por las dos grandes represas de Santa Cruz, la Néstor Kirchner y la Jorge Cepernic” (Página/12, 1/3). Calcaterra, recordemos, también aparece involucrado en las cometas por las obras de soterramiento del ex ferrocarril Sarmiento.
Por último, pero no menor, la absolución de las hijas de Báez podría sentar un precedente favorable para Florencia Kirchner, imputada en la causa Hotesur. Según varias versiones, la situación de su hija sería uno de los mayores desvelos de la Vice.
La situación judicial de CFK se procesa en el contexto de un amplio operativo político de rescate del gobierno, tejido por el Departamento de Estado norteamericano, para evitar el desbarranque definitivo de la coalición de los Fernández y Massa.