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El domingo 12 de marzo se llevaron a cabo las elecciones municipales en General Roca.
Fue reelecta la intendenta María Emilia Soria, que se presentó con el sello Pasión por Roca, por amplio margen. El Concejo Deliberante contará ahora con abrumadora mayoría oficialista. Soria obtuvo casi el 60 % de los votos, casi triplicando los resultados obtenidos por Carlos Banacloy, ministro de Producción y Agroindustria, que sacó apenas el 22,4 %, a pesar del respaldo de cinco listas colectoras. Un día antes de la elección, La Cámpora y Nuevo Encuentro organizaron la visita de la vicepresidenta a la Universidad de Río Negro. A pesar de su alianza, la gobernadora Arabella Carreras fue abucheada por la concurrencia y se retiró antes de que se le hiciera entrega a CFK del doctorado Honoris Causa con el que fue distinguida.
El presidente Fernández rápidamente felicitó a la ganadora que derrotó a la alianza de Juntos Somos Río Negro, que integraban el kirchnerismo y el radicalismo. El primer mandatario aseguró que Soria "es un emergente del peronismo que debemos construir. Democrático y solidario. Abierto, sin sectarismos, para favorecer la construcción de frentes populares que atiendan a los más necesitados". Olvidó, en todo caso, que Soria no pudo presentarse como parte del Partido Justicialista y por eso armó el sello Pasión por Roca. El pejota provincial, encabezado por el K Martín Doñate, se encuentra alineado detrás del ex gobernador, Alberto Weretilneck. También el radicalismo, que rompió con sus socios de JxC en el tramo local. Los une una plataforma de negocios capitalistas vinculados con la minería, el petróleo y las inmobiliarias. Los hermanos Soria -Martín es ministro de Justicia de la Nación-, en cambio, apoyarán la candidatura testimonial de Silvia Horne, del Movimiento Evita, que será la candidata a gobernadora por el Frente de Todos. Weretilneck les ha birlado a los Soria la representación política de los intereses capitalistas en la provincia y cuenta con la palanca fundamental de los recursos del Estado provincial. Los Soria, por su parte, gobiernan desde hace 24 años la ciudad, la segunda más grande de la provincia. Para el patriarca del clan, Carlos Soria -ex jefe de la SIDE del gobierno Duhalde-, la intendencia de Roca fue clave para saltar a la gobernación en 2011, rompiendo la hegemonía radical por primera vez desde 1983. Sin embargo, fue asesinado por su propia esposa a los pocos días de asumir. Su compañero de binomio, Weretilneck, asumió el gobierno y capturó toda su estructura punteril. La cuestión es que los Soria han quedado acantonados en Roca, una ciudad que además viene perdiendo protagonismo político a manos de Bariloche, más adecuada como vidriera al mundo para el tipo de capitales que el gobierno pretende atraer.
Cambia Río Negro fue tercero con 10 % de los votos y obtendría un concejal. La burocracia de ATE-CTA, reunida en Unidad Popular, no sorprendió con el 4 % que obtuvo. El FIT-U, que presentó candidato del PO “Oficial”, obtuvo menos del 2 % de los votos (1079 sufragios frente a 1007 obtenidos en 2019) y el Nuevo MAS, un poco más de la mitad (592 votos), aunque con un retroceso más acentuado respecto a 2019 (había tenido 679 entonces).
Votó el 70 % del electorado.
